Máquina patentada por la UCO.

Olimerca.- Capaz de envolver completamente el olivo, haciendo vibrar su tronco a la vez que su copa para recoger la mayor cantidad de frutos posible. Así es la cosechadora integral que acaban de patentar científicos del grupo de investigación ‘Mecanización y Tecnología Rural’ de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y de Montes de la Universidad de Córdoba.

Además, dispone de unas cintas transportadoras donde cae directamente la fruta y queda almacenada. Se trata de una optimización del trabajo, que permitiría recoger la cosecha de una hectárea de olivar intensivo, en cuatro horas.

Según explican desde la Fundación Descubre, este sistema tecnológico aúna un vibrador para el tronco y un sacudidor de copa que se ajustan a las dimensiones de la misma. Ambas funciones permiten una agitación completa de la parte superior del árbol, al mismo tiempo que se agita el tronco. De esta forma, se obtiene una mayor caída de frutos en comparación con los mecanismos que trabajan por separado.

Los creadores de esta patente pretenden simular de manera simultánea en una máquina la vibración del tronco apoyado por vareo manual, el proceso de recolección más utilizado en la actualidad 

En un lateral de la máquina se encuentra el mecanismo de vibración del tronco, que consiste en una pinza automatizada para detectarlo, agarrarlo y agitarlo. Por otro lado, el sistema dispone de múltiples varas colocadas en paneles verticales, a ambos lados del árbol, capaces de identificar, envolver y penetrar en la copa. El movimiento de estos elementos es el que produce la sacudida o vareo mecánico simultáneo a la vibración. Esto facilita un mayor derribo de los frutos, ya que se complementan y refuerzan ambos sistemas. “Con este método, el daño al árbol será inferior al que sufre cuando se vibra y varea por el sistema tradicional”, aclara el investigador de la Universidad de Córdoba Jesús Gil Ribes, uno de los autores de esta patente.

Una vez lograda la caída del fruto, se deposita sobre unas zonas de recepción. Mediante cintas transportadoras, el fruto se dirige hacia la zona de almacenamiento para su posterior descarga. Este invento contempla además una retirada intermitente de los frutos cuando detecta que las cintas de acopio están llenas. “Cuando el sistema comprueba que está rebosando, procede a colocarlas en su parte trasera, concretamente sobre un remolque de apoyo”, comenta este experto.