Olimerca.- El sector del aceite de oliva español se enfrenta en este mes de julio a un momento clave para su futuro posicionamiento en los mercados. Tras estar históricamente pendientes de la evolución del cultivo y su posible producción de aceite de oliva, y tras cuatro meses de ajustes de precios al alza en los lineales de la gran distribución, ahora el factor determinante que marcará el posicionamiento de la oferta y la demanda estará en el PVP de las botellas en el lineal. 

La cifra más relevante que en estos momentos se conoce es que, según datos elaborados por la consultora Nielsen, en el periodo de marzo a abril la salida por caja de aceite de oliva cayó un 12% y en el periodo de mayo a junio la caída alcanzó el 14%.  Está claro que es necesario una mayor y mejor estrategia de comunicación y de difusión de las propiedades y bondades del aceite de oliva que minimice el impacto en el consumidor la subida de precios y ponga por delante calidad frente a consideraciones económicas.

Habrá que estar atentos al comportamiento del consumo en los meses de Julio-Agosto y Septiembre, porque está claro que a menor consumo nos encontramos con más oferta que sólo podría compensarse con un incremento de las exportaciones (que también lo tienen más difícil con la subida que ha experimentado el aceite de oliva en los meses de atrás).

La mejor noticia la encontramos en que los exportadores españoles de aceite de oliva envasado, con destino al mercado de Estados Unidos, ya no tendrán que irse a terceros países como Túnez, Túrquía o incluso Portugal, a adquirir el aceite; lo que sin duda ayudará a dinamizar nuestras salidas mensuales.

Finalmente, habrá que estar pendientes de los efectos que puede pasar las olas de calor en el campo, que pueden hacer mucho daño al cultivo, sobre todo los secanos.  En definitiva, nos quedan todavía casi tres meses de inquietud.