La concentración tuvo lugar ayer en en la Puerta Jerez de la capital hispalense.

Olimerca.- La organización agraria UPA Andalucía y los productores de aceituna de mesa salieron ayer, 5 de septiembre, a la calle en Sevilla para defender su trabajo y la riqueza de sus pueblos, afirmando no estar dispuestos a “tolerar más abusos por parte de la industria entamadora”.

Según indican desde la organización andaluza, son muchos años de dificultades en el sector y ya han llegado a una situación límite. Por ello, han decidido unirse y emprender todas las acciones y medidas necesarias para dignificar y mantener su trabajo. La concentración de más de 500 agricultores en la Puerta Jerez de la capital hispalense, ha sido la punta de lanza para comenzar sus reivindicaciones.

Desde UPA Andalucía afirman que “es insostenible que un productor necesite meses de trabajo, y en torno a un euro para generar un kilo de aceituna, y que cuando llegue la hora de sacar su producto al mercado tres industriales decidan que le van a pagar por él tan solo 65 céntimos, como ocurrió el año pasado”.

Añaden que “la industria alega que hay excedentes, pero resulta curioso que a un precio razonable no la quieren, y en cuanto al agricultor no le queda otro remedio que aceptar esos precios irrisorios para ponerla en el mercado, entonces se la quitan de las manos. Por tanto, ese no es el problema”.

Así, tras pasar un breve espacio de tiempo en manos de la industria entamadora, la distribución y la comercialización, “nos encontramos con que la aceituna ya envasada se vende por unos 8 euros el kilo en la venta al público. Por tanto, estos otros participantes de la cadena alimentaria, amparados por la ley, están manejando los hilos a su antojo para obtener un beneficio exponencial, a costa de los ahogados agricultores, que con los bajos precios que perciben no pueden ni siquiera cubrir los costes de producción”.

Así, se están planteando si merece la pena coger su cosecha o dejarla para moler y transformar en aceite, pero esto también puede ser peligroso, pues el hueco de mercado que dejan puede ocuparse por otros países que exporten su aceituna de mesa.

En lo que sí parecen totalmente unidos, y así lo han demostrado en la manifestación, es en su intención de no vender la aceituna de mesa por debajo de los costes de producción en la próxima campaña. Dicen preferir dejarla tirada en el suelo o pisarla con el tractor. Y estas medidas tan drásticas tal vez den una lección al resto de la cadena alimentaria, que se quedará sin producción andaluza de aceituna de mesa, de calidad inigualable y con todas las garantías sanitarias.