Alcaraván en olivar. Foto: JLMR.

Olimerca.- En caso de que no llegue a interferir en la producción, algo que no tiene por qué ocurrir si la cubierta se gestiona de forma adecuada, el 85% de los olivareros andaluces estarían dispuestos a dejar cubierta vegetal en sus olivares. Así se desprende de una encuesta realizada por el Instituto de Innovación, Ciencia y Empresa para la Diputación de Jaén, en el marco del proyecto Life Olivares Vivos, coordinado por SEO/BirdLife.

En la encuesta han participado un total de 640 olivareros de las provincias de Jaén, Córdoba, Sevilla, Málaga, Granada y Almería, y su resultados dejan entrever también que el 65% de ellos estaría también dispuesto a mejorar espacios improductivos (arroyos, cárcavas, herrizas, lindazos, bordes de caminos…), revegetándolos con especies autóctonas, tanto herbáceas como arbustivas. Un porcentaje elevado, al que habría que sumar a casi otro 20% que solo estaría dispuesto a desarrollar estas acciones una vez disponible los resultado de las labores de recuperación de la biodiversidad emprendidas por Olivares Vivos en una veintena de fincas demostrativas (la encuesta se hizo al inicio del proyecto).

En caso de que la cubierta vegetal garantice cambios que puedan repercutir en su rentabilidad, los olivicultores a favor de ésta aumenta hasta el 90%, pero si además, esa revegetación tuviese alguna compensación económica, –por ejemplo, a través de ayudas procedentes de la Política Agraria Comunitaria (PAC)-, el porcentaje se dispararía hasta el 94%.

Por el contrario, tan sólo un escaso 2% de todos los encuestados seguirían apostando por el manejo productivista que desarrollan en la actualidad.

En relación con la PAC, Inés Jordana, responsable de Agricultura y Alimentación de SEO/BirdLife, considera que “la reforma de la PAC supone una oportunidad para orientar ayudas a prácticas que generan mayores beneficios sociales y ambientales. La Comisión permite diseñar dentro del primer pilar lo que se conoce como ‘eco-esquemas’, para las prioridades ambientales de los distintos territorios. Esperamos valentía y ambición por parte de las administraciones para aprovechar esta herramienta, especialmente en cultivos tan importantes en nuestro país como los leñosos y concretamente el olivar”.

Menos vida silvestre

La mayoría de los agricultores también son conscientes de que desde las últimas décadas en los olivares hay menos vida silvestre. De hecho, el 69% de todos los encuestados opinan que el olivar sufre una crisis ambiental que ha provocado una gran pérdida de biodiversidad.

Hay que señalar que esta percepción se hace especialmente evidente en las personas de más edad, quienes han percibido la reducción de la fauna y la flora en sus campos desde el comienzo de la intensificación del olivar en los años 80 hasta la actualidad. Una percepción menos presente en los agricultores más jóvenes, quienes, por su menor edad, no han podido comprobar la tendencia negativa en la biodiversidad el olivar.

Frente a este problema ambiental, y según la encuesta, los olivareros son de igual modo conocedores de que se puede llevar a cabo un cambio en el sistema de cultivo. Y es que el abuso de herbicidas, biocidas y fitosanitarios ha generado una pérdida de biodiversidad alarmante en algunos casos y graves problemas de erosión en muchas comarcas.

Por ello, otro porcentaje elevado (cerca del 70% de los encuestados) se muestran abiertos a introducir cambios en la gestión de sus campos. Todo ello, añadiendo que la mayoría de ellos (80%) están convencidos de que la recuperación, por ejemplo, de la fauna que tradicionalmente ha habitado en sus en sus explotaciones no supone un perjuicio para sus árboles y no afecta a la productividad.