Olimerca.- Las lluvias registradas en los últimos días no han logrado paliar el estrés hídrico que sufre el olivar en muchas zonas de Andalucía, por lo que se observan olivos con hojas abarquilladas y frutos arrugados en muchas zonas de la región. Sin embargo, el aumento de la humedad relativa, unido a unas temperaturas moderadas, está favoreciendo la actividad de las poblaciones de adultos de mosca del olivo (Bactrocera oleae), así como su incidencia sobre el cultivo, que viene experimentando un crecimiento paulatino, tal y como destaca esta semana la Red de Alerta e Información Fitosantiaria de Andalucía, RAIF.

Por la incidencia que se viene registrando, destaca la provincia de Cádiz con un valor medio provincial del 5% de picada total, seguida de Huelva y Granada, con un 3 y 2,10% de picada total, respectivamente. En cuanto a la viabilidad de esta picada registrada, destacan las provincias de Huelva, Granada y Jaén, con un valor medio provincial de 1,50, 1,40 y 1,10% de picada viva, respectivamente.

Las primeras aceitunas con orificios de salida y puparios, se comenzaron a detectar en la primera decena de septiembre. La presencia de este estado biológico, nos indica que se estén produciendo la salida de adultos, que darán lugar a las primeras puestas de la segunda generación de este insecto.

Los niveles poblacionales de adultos registran una tendencia creciente en las trampas cromotrópicas en la mayoría de las provincias, a excepción de Córdoba, que bajan ligeramente. Por los valores registrados, destacan las provincias de Granada, Jaén y Huelva, con unos valores medios provinciales de 5,60, 2 y 1,90 adultos/placa y día, respectivamente.

Igualmente, las capturas registradas en los mosqueros mac-phail, suben respecto a semanas anteriores en la mayoría de las provincias, a excepción de Sevilla que su evolución es de ligero descenso. Por los valores registrados destacan las provincias de Granada con un valor medio provincial de 5,20 adultos/trampa y día, seguida de Cádiz con 3,80 y Córdoba con 2,60.

Previsión
Con estos datos que se vienen registrando, la previsión para los próximos días es que se produzca un aumento paulatino de las capturas de adultos en las trampas, causado por la salida de nuevos adultos de los puparios que van a originar la puesta y posterior eclosión de larvas de la segunda generación, lo que provocará un aumento de la incidencia de este agente sobre los frutos.

Desde la RAIF recuerdan que la mosca detiene su actividad biológica con temperaturas inferiores a los 6ºC y mayores de 35ºC, siendo entre los 20-25ºC la temperatura óptima para su desarrollo. Las temperaturas por debajo de los 36ºC son favorables para el buen desarrollo de las puestas de mosca y para su propia integridad y una humedad relativa elevada (>80–85%) favorece la incidencia de la plaga.