Olimerca.- La organización agraria UPA Jaén ha mostrado su satisfacción por la aprobación definitiva, por parte de la Unión Europea, de la Identificación Geográfica Protegida (IGP) Aceites de Jaén. Para el secretario general de la Organización, Cristóbal Cano, se trata de una buena noticia al inicio de esta campaña, la consecución de una aspiración histórica de la provincia. Y afirma que esta IGP es un instrumento que debemos aprovechar ahora para la segmentación y diferenciación del aceite de la provincia y mejorar la comercialización.

Cano considera que “es una herramienta que nos puede servir para sacar el máximo valor añadido de nuestros aceites. La IGP Aceites de Jaén tiene que ser un instrumento más para superar la actual crisis de precios en origen, un problema que no tiene una solución fácil ni única. Pero entendemos que esta aprobación por parte de la Unión Europea puede servir para revertir los precios en el olivar tradicional, mayoritario en nuestra provincia”, explica Cristóbal Cano.

A juicio de Cristóbal Cano, la IGP avala y pone en valor las características organolépticas de la variedad Picual, la autóctona de nuestra provincia y que representa el 90% de la superficie olivarera jiennense. “Según el pliego de condiciones aprobado por la Unión Europea, el aceite de Jaén presenta un alto contenido en ácido oleico, bajo contenido en ácido linoleico y palmítico; tiene un alto contenido en antioxidantes naturales, principalmente compuestos fenólicos, que le confieren unos caracteres sensoriales de gran personalidad, como lo demuestran sus atributos amargo y picante algo marcados, concreta Cristóbal Cano.

Por último, el secretario general de UPA Jaén subraya que la IGP tiene que servir de incentivo para mejorar la comercialización de nuestros aceites, apostando sobre todo por el envasado. “No vamos a echar la vista atrás para analizar todo lo que ha pasado hasta llegar a esta aprobación, sino que debemos mirar hacia delante y sacar el máximo partido de la IGP. Pero sí tenemos que hacer un merecido reconocimiento a todas las personas que han trabajado por conseguir que la Unión Europea diera luz verde a la IGP, y muy especialmente a Manuel Parras, que ha encabezado el trabajo en los últimos años, concluye Cristóbal Cano.