Desde la DO realizan estrictamente los tratamientos necesarios.

Olimerca.- Con el fin de evitar el daño económico que pueda ocasionar la mosca del olivo en sus olivares, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra de Segura ya trabaja en la monitorización de esta plaga y en la aplicación de un tratamiento colectivo, bien terrestre o aéreo, en toda la comarca y municipio de Chiclana de Segura.

Sus responsables aplican un tratamiento por parcheo, utilizando menos de la cuarta parte de producto fitosanitario que el que se utilizaría de manera individualizada. Ello, sumado a que solamente se fumiga aquellas zonas donde el nivel de plaga supera el umbral de “daño económico”, hace que sea “un control con una clara vocación de conciliación entre el desarrollo rural y protección del medio ambiente”, aseguran desde la DO.

Desde el Consejo Regulador insisten en evitar el “daño económico” de la plaga y en realizar estrictamente los tratamientos necesarios, pero en ningún caso de buscar la erradicación del insecto, ya que además de que es inviable económica y medioambientalmente hablando, la mosca del olivo, como cualquier otro insecto, tiene sus propios enemigos naturales. De este modo, un tratamiento inadecuado puede, no solamente acabar con la mosca del olivo, sino con toda la fauna auxiliar, y romper el “frágil equilibrio” existente.

La mosca del olivo está asociada a las altas temperaturas y escases de precipitaciones. Se trata de un insecto, de un tamaño bastante inferior a la mosca común que utiliza la aceituna para la puesta de sus huevos y el desarrollo de larvas, generando “galerías” en la pulpa, y provocando la pérdida de peso del fruto, su caída adelantada al suelo o entrada de microorganismos y levaduras, lo que da lugar a defectos sensoriales en el aceite producido.