Olimerca.- Hace ya más de un año que Anireac y Asoliva anunciaron formalmente la necesidad de mejoras en el panel de cata que garantizasen la seguridad jurídica en toda la cadena del sector del aceite de oliva, tal y como recogimos en este Newsletter de Olimerca (ver noticia aquí) , como en un amplio reportaje en el nº 19 de nuestra Revista, correspondiente al cuarto trimestre de 2016 (Ver aquí). 

Pasado este tiempo (15 meses) todo sigue igual, y es lógico y razonable que el sector, preocupadísimo por la situación, exija medidas que clarifiquen la situación y ofrezcan la seguridad jurídica que toda industria debe de tener.

Es por lo que Anierac y Asoliva se reunían ayer, 15 de marzo y de manera extraordinaria, con presencia con más de 90 empresas para exigir una mejora sustancial de las garantías jurídicas en la aplicación del método de control oficial de cata.

En este encuentro se ha puesto de manifiesto que la industria no se opone a la prueba del panel test pero está en contra de su aplicación, porque “provoca inseguridad jurídica a las empresas y a los consumidores, por lo que espera que las administraciones responsables trabajen para conseguir las acciones de mejora necesarias”.

La industria española ha comercializado en el mercado español en las tres últimas campañas casi un millón de toneladas. En el control oficial realizado por las Administraciones públicas tan sólo ha detectado un expediente por cada 100 millones de litros comercializados, siendo en su inmensa mayoría (el 92,37%) por las discrepancias en la aplicación del método de cata. “Esto pone de manifiesto que la calidad y genuinidad de los aceites envasados en España es excepcional, pero que tenemos un sistema de valoración organoléptica que, por la forma en la que es aplicado, genera una gran inseguridad jurídica”, señalan ambas asociaciones en un comunicado. Fuera de España (UE y Países Terceros), con una comercialización de 1.350.000 Toneladas en estos tres años, las incidencias han sido mínimas, sólo 1 por cada 27 millones de litros, siendo muy destacadas las discrepancias por cata.

El método de valoración organoléptica es un criterio legal excepcional en el sector de la alimentación y las bebidas que sólo se aplica para la calificación de los aceites de oliva vírgenes

Se ha constatado que tanto el envasador como el exportador oleícola se ve afectado por reiteradas acusaciones, tanto en mercados nacionales como internacionales, a consecuencia de las discrepancias de los resultados de las catas. “Esto supone graves perjuicios para la imagen de las empresas y para la reputación del sector oleícola, que afecta de manera más significativa al sector español que de manera destacada tiene el liderazgo del mercado mundial”, indican desde Anierac y Asoliva.

Por todo ello, añaden “la preocupación de la industria española es máxima porque en estos últimos años, pese a que se ha puesto de manifiesto que la forma en que se aplica el método de cata genera errores y, por tanto, adolece de falta de garantías jurídicas que resultan intolerables a los envasadores y exportadores de aceites de oliva, hasta hoy no se han avanzado en soluciones y modificaciones legales que mejoren la situación”.

Ambas asociaciones han solicitado a la Administración que mejore la situación generada por la aplicación de este sistema de valoración del sabor y del olor tan subjetivo. Además, se ha encargado a empresas consultoras de prestigio estudios desde diferentes puntos de vista (jurídico, científico y de mercado) que han confirmado que dicha “inseguridad jurídica” existe.