Olimerca.- La Comisión Europea ha establecido que el etiquetado nutricional del envase sea obligatorio para los alimentos preenvasados, mientras que el etiquetado nutricional de la parte frontal del envase sigue siendo voluntario. Y además, su implementación es muy variada en función de cada país y marca.

Esta decisión puede provocar que la industria alimentaria europea corra el riesgo de quedarse rezagada en el sistema de etiquetado nutricional de los envases. Así lo advierte un análisis de IRI, que recuerda que la salud y el bienestar son factores decisivos para los consumidores europeos a la hora de decidirse entre un producto y otro.

Según explica Olly Abotorabi, Senior Regional Insights Manager, en declaraciones recogidas por la revista InfoRetail, “el etiquetado nutricional ofrece una oportunidad real para que los fabricantes ayuden a los consumidores a tomar decisiones más saludables, pero por el momento no se está haciendo demasiado uso de ella. De hecho, la marca de distribuidor es la que, en muchos casos, proporciona una información más clara y consistente”.

Añade que “es esencial encontrar un equilibrio adecuado entre la transparencia total y garantizar que las etiquetas se puedan comparar de manera sencilla. Una plantilla de etiquetado estándar y consistente permitiría a los compradores europeos contrastar más fácilmente e identificar el producto correcto”.

De este modo, de cara al futuro, destaca Abotorabi, se podría lograr una mayor aceptación del etiquetado nutricional en la parte frontal de los envases, lo que podría influir en un incremento de la disponibilidad de productos más saludables en las tiendas y aumentar de este modo el valor de la marca en la mente de los consumidores.