Olimerca.-  A raíz de la presentación del nuevo proyecto de Biodigestor para el tratamiento y transformación del alpeorujo a implantar en la localidad toledana de Mora (Toledo) (ver noticia aquí) desde la Asociación Nacional de Empresas de Aceite de Orujo de Oliva, ANEO, se considera que las orujeras son el único sistema real de gestión y validación del orujo graso húmedo (OGH), subproducto generado durante el proceso de molturación de las almazaras, estableciendo una auténtica economía circular.

Al mismo tiempo, ANEO considera que el sistema de las orujeras como gestores del OGH, está ampliamente demostrado y comprobado que funciona, no dejando ningún residuo y siendo una fuente de ingresos para las almazaras, cooperativas e industriales, al ser normalmente compradores de los orujos.

Hay que recordar que esta iniciativa fue presentada hace unas semanas por la firma Bioento Farm, y que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento moracho que se ha comprometido a ceder los terrenos necesarios para su puesta en marcha. Ahora se abre un proceso negociador para conseguir el mayor número de cooperativas y almazaras que apoyen este proyecto y que serían las que asumirán el coste de su construcción y puesta en marcha.

Desde ANEO se considera que los números son cuestionables dado que la inversión ascendería a más de 2,5 millones de euros, pagada de tres a cinco años, con un contrato de renting por un periodo de siete años. Tras finalizar el mismo, la maquinaria no sería de la cooperativa creada en el pueblo sino de la empresa suministradora. Siendo, además, esta empresa la suministradora única de la larva y la única que podría comprar el gusano una vez criado.

Por último, desde la asociación de extractores se considera que en estos momentos hay serias dudas a la viabilidad de este proyecto dado que el biodigestor propuesto por el Ayuntamiento de Mora no cuenta con ninguna instalación a nivel industrial que pueda servir de referencia de su funcionamiento, y que garantice su viabilidad, además de que hasta la fecha no se conoce ningún documento que avale su nulo impacto ambiental.