En nuestro país, las ventas electrónicas aumentaron un 17% en 2017.

Olimerca.- A un ritmo de crecimiento del 11%, el comercio electrónico B2C en Europa no para de crecer, y en el último año ha alcanzado un volumen de negocios de 534.000 millones de euros. Así se desprende del Informe Europeo sobre Comercio Electrónico B2C 2018, publicado por Ecommerce Europe y EuroCommerce, en el que se refleja que la previsión de crecimiento para este año es del 13%, con lo que la facturación de la venta online al por menor alcanzaría los 602.000 millones de euros al cierre de 2018.

En nuestro país, las ventas electrónicas aumentaron un 17% en 2017, mientras que en Rumanía subieron hasta un 37%. Según este estudio, la venta detallista está más arraigada en los países de Europa Occidental, que concentran el 68% de la facturación total, debido a su avanzada infraestructura, la alta penetración de Internet en los hogares y el alto nivel de confianza de los consumidores en las compras online.

Por su parte, a los países de Europa meridional, Europa septentrional y Europa del Este corresponde el 12%, 8% y 6%, respectivamente, del total del comercio electrónico europeo. Son estas regiones, sin embargo, las que están creciendo más rápido.

El informe señala a Reino Unido, Francia y Alemania como los tres principales mercados, con una previsión de facturación respectiva en este 2018 de 178.000, 93.200 y 93.000 millones de euros.

Para Christian Verschueren, director general de EuroCommerce, las cifras muestran “cómo el rápido crecimiento de las ventas online está impulsando y respondiendo a los cambios en el comportamiento de compra de los consumidores. En los mercados en los que esta tendencia sigue siendo lenta, se podría avanzar mucho si se invirtiera más en la infraestructura de comunicaciones y logística que el comercio electrónico necesita para funcionar eficazmente si quiere prosperar”.

En cuanto a los retos a los que se enfrentan los consumidores cuando realizan compras transfronterizas por Internet, según el estudio, los consumidores se quejan, principalmente, de plazos de entrega más largos que los indicados (17%), de fallos técnicos (un 13%) y de mercancía dañada o equivocada (el 9%). También preocupa la dificultad para encontrar información relativa a garantías o derechos del consumidor (5%), respuestas no satisfactorias después de una queja (el 4%), los fraudes (3%) o que el vendedor foráneo no venda en su país (3%).