El 69% del aceite de palma utilizado en Europa es sostenible.

Olimerca.- Una decena de científicos españoles ha elaborado uno de los estudios más exhaustivos sobre el aceite de palma en España, ‘Palm Oil on the Edge’, con el objetivo de analizar los datos científicos existentes, definir las necesidades de investigación, consensuar el mensaje que se debe transmitir a la sociedad y proporcionar, por lo tanto, un punto de referencia útil, todo ello basado en la evidencia científica sobre el aceite de palma.

Bajo la coordinación científica del grupo de investigación ImFine de la Universidad Politécnica de Madrid, dirigido por la Catedrática Marcela González-Gross, esta investigación remarca el papel del aceite de palma sostenible para reducir el impacto ambiental de su cultivo; la posibilidad de incluirlo de forma moderada dentro de una dieta saludable; o el interés de la industria alimentaria por garantizar que sus productos sean seguros, sostenibles y de alta calidad.

Los expertos consideran primordial concienciar al consumidor sobre la importancia de elegir productos sostenibles para contribuir al mantenimiento del medio y a la economía local de los países productores

En él se apunta que el aceite de palma es el aceite vegetal más utilizado en el mundo, según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, con datos de 2018. Asimismo, en el contexto informativo actual, los expertos coinciden en señalar que “el debate en torno al aceite de palma es un ejemplo de la complejidad de producir alimentos para una población mundial que se ha cuadruplicado en los últimos 100 años (1920-2019) y sigue creciendo, especialmente en los países en vías de desarrollo”.

Este estudio, publicado por la revista científica Nutrients, destaca que, actualmente, el 69% del aceite de palma utilizado en Europa es sostenible y el 100% del utilizado para biocombustibles está certificado por el esquema ISCC (International Sustainability and Carbon Certification). Asimismo, todo el que se importa en España es trazable hasta la fábrica del país de origen en donde se ha producido.

Además, apunta que, incluso en muchos casos en los que carece de certificación RSPO, las empresas vendedoras cuentan con políticas propias de ‘No deforestación’, ‘No siembra en humedales (peat-lands)’, o ‘No explotación laboral’. Con este tipo de iniciativas, “el aceite de palma se ha convertido en uno de los productos agrícolas que lideran la producción sostenible”.

Sin riesgo para la salud
El estudio también indica que el consumo de este producto, en cantidades moderadas, y en el marco de una dieta variada y equilibrada, “no representa riesgo para la salud”. Y es que destacan que “no hay evidencias que indiquen que deba modificarse las recomendaciones de ingesta de grasa”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que el 20-35% de las Kilocalorías totales provenga de la grasa, y que la ingesta de ácidos grasos saturados no supere el 10% de la energía total.