Grupo de investigación de la UJA.

Olimerca.- En los últimos años, diferentes investigaciones han puesto de manifiesto las propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias, bactericidas y cardioprotectoras del AOVE, lo que ha trasladado el interés a analizar sus posibles efectos en enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson.

Así, el grupo de investigación ‘Estrés celular y edad’ de la Universidad de Jaén ha realizado un estudio que le ha llevado a determinar la capacidad neuroprotectora del tirosol, uno de los compuestos fenólicos presentes en el aceite de oliva, ante los efectos patógenos del Parkinson, en un modelo animal.

El Parkinson es el segundo desorden neurodegenerativo en cuanto a prevalencia en la población y se caracteriza por la aparición de movimientos involuntarios, temblores, rigidez muscular y dificultades en el mantenimiento del equilibrio, como consecuencia de la pérdida de neuronas dopaminérgicas. A nivel celular, se caracteriza por el depósito intracelular de varias proteínas, entre las que se encuentra la α-sinucleína, implicada directamente en el desarrollo y progresión de dicha enfermedad.

Resultados
Los resultados de esta importante investigación llevada a cabo por los investigadores de la UJA contrastan el efecto neuroprotector de este compuesto fenólico. Por un lado, señalan que el tirosol induce a la disminución del estrés oxidativo y reduce significativamente la agregación de la α-sinucleína in vivo, retrasando la parálisis muscular en los nematodos.

Asimismo, se produce una menor degeneración de las neuronas dopaminérgicas en este modelo animal, por lo que los principales efectos patógenos del Parkinson se retrasan y se reducen ostensiblemente. Como afirma la investigadora Ana Cañuelo, este estudio y otros similares “pueden ser un primer paso para apoyar la continuación de esta línea de investigación con la realización de ensayos clínicos y nutricionales en animales más complejos y en seres humanos para testar si el tirosol, como suplemento alimenticio, tiene esos efectos en los pacientes”.

Este trabajo, desarrollado principalmente por el investigador de la UJA Jesús Calahorra, ha sido publicado recientemente en la revista de impacto Neurobiology of Aging, en colaboración con otros investigadores de la UJA, así como con la investigadora del Bellvitge Biomedical Research Institute (IDIBELL) de Barcelona, Montserrat Porta.