Javier Menéndez, uno de los responsables del estudio.

Olimerca.- Oleósitos es una familia de compuestos naturales presente en el aceite de oliva capaz de atacar las células madre tumorales (CMT). Así lo han puesto de manifiesto investigadores Instituto Catalán de Oncología (ICO)-Instituto de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), que han llevado a cabo esta práctica en animales de laboratorio y que les ha hecho merecedores del Premio Castillo de Canena de Investigación Oleícola “Luis Vañó” (ver noticia aquí), que se entregará el próximo lunes, 16 de abril, en Jaén. Además, esta investigación también ha sido publicado por la revista científica Carcinogenesis del Grupo Oxford University Press.

Hace cinco años, ICO-IDIBGI puso en marcha una aproximación metodológica multidisciplinar como la que utilizan las compañías farmacéuticas que desarrollan fármacos oncológicos para descubrir la posible existencia de nuevas moléculas con actividad antitumoral en el aceite de oliva.
Según explica uno de los responsables de este estudio, Javier Menéndez, "nuestra hipótesis era que la denominada fracción minoritaria del aceite de oliva, que sólo representa el 2 por ciento de su peso pero en el que existen más de doscientos compuestos diferentes, podría ser utilizada como fuente natural de información sobre nuevas estructuras químicas capaces de inhibir funciones moleculares necesarias para las CMT".

Fases de la investigación

En primer lugar, se llevó a cabo el aislamiento y la purificación de las moléculas candidatas mediante técnicas de química analítica desarrolladas en el Centro de Investigación y Desarrollo del Alimento Funcional (CIDAF) de la Universidad de Granada. A partir de ahí, los investigadores del Programa continuaron con los cribados fenotípicos y los estudios de validación en cultivos celulares y en tumores de animales de laboratorio.

A través de la estrategia denominada 'cribado fenotípico' se seleccionan directamente compuestos que son capaces de penetrar en una célula e inducir un cambio fenotípico de interés. "En nuestro caso, el cambio fenotípico analizado fue la desaparición de características funcionales únicas a las CMT, como su capacidad para tolerar la presencia de medicamentos oncológicos o de generar pequeños microtumores en suspensión", comentan los investigadores.

Una vez descubierta la molécula de interés con una actividad específica y potente contra las CMT en cultivos celulares in vitro, se realizó una segunda etapa de validación con CMT implantadas en animales in vivo. Los investigadores confirmaron que "la exposición de las CMT a determinados oleósitos durante unas pocas horas fue suficiente para impedir completamente la capacidad de las CMT de iniciar la formación de tumores en los animales de laboratorio".

Finalmente, con la colaboración de la empresa especializada en el diseño computacional de fármacos Mind the byte, se procedió a la caracterización atómica del mecanismo de acción de las moléculas con actividad anti-CMT.