Eritrea está situado al noreste de África.

Olimerca.- El número de países productores de aceite de oliva no deja de aumentar. Uno de los últimos en sumarse es Eritrea, situado al noreste de África, cuyo cultivo es tradicional y de secano con explotaciones pequeñas, donde los olivos no están dispuestos en hileras. Cuenta con cerca de 10.000 hectáreas plantadas a las que se suman los bosques de acebuches.

Así lo explica Juan Vilar en su última newsletter, donde destaca que este país tiene como variedad principal una evolución de la Olea Africana, o Acebuche autóctono, el cual es muy común en la zona. Afirma que lo encontramos con mayor frecuencia en altitudes entre los 900 y 2.500 m.

Dicha variedad se caracteriza por su elevada tolerancia a la sequía y por soportar altas temperaturas durante el día y especialmente bajas durante la noche. Su fruto es pequeño y con un contenido en aceite bajo por la baja relación entre pulpa y hueso.

La olivicultura en este país es tradicional con una elaboración tradicional del aceite y aceituna. En el país hay varios molinos tradicionales, y se llevan a cabo procesados de aceituna de mesa de forma doméstica. La recolección se lleva a cabo entre los meses de mayo y julio y toda la producción se destina uso doméstico. La recolección se lleva a cabo entre los meses de mayo y julio.

Según destaca Vilar, el Gobierno del país ha destinado grandes fondos a la reconversión en regadío de gran parte de su superficie cultivable. Además, a través de varios programas, incluso escolares, ha hecho grandes esfuerzos por la repoblación de su territorio, apostando por el olivo, además de por su resistencia, por su posibilidad de explotación económica, tanto por el aceite que produce como otros subproductos, como, por ejemplo, alimento para ganado.