Olimerca.- Italia ha publicado un decreto que prohíbe las prácticas comerciales desleales en la cadena agroalimentaria, tanto entre empresas como en la comercialización de productos agrícolas y alimentarios. En el sector del aceite de oliva esto significa que ya no será posible imponer condiciones contractuales excesivamente costosas, ni vender productos alimenticios por debajo de los costes de producción.

Ante esta decisión del Gobierno Italiano, Assittol, Asociación Italiana de la Industria Oleícola, expresa su gran satisfacción y afirma que “gracias a este instrumento regulatorio, será posible hacer más fluidas las relaciones dentro de la cadena de suministro del aceite de oliva, especialmente en un momento delicado como el actual, por el auge de la alimentación precios”, señala Anna Cane, presidenta del grupo de aceite de oliva de la Asociación.

Añade Cane que “esto prepara el terreno para lo que, en nuestra opinión, tendrá que ser nuestro próximo paso, el relanzamiento de nuestra histórica batalla contra la venta por debajo del coste del aceite de oliva virgen extra, que nuestro sector viene intentando crear desde hace algunos años".

Durante años hemos sido testigos de la venta por debajo del coste de manera indiscriminada, sin ninguna consideración por la estacionalidad y con amplia discreción por parte de los grandes minoristas, indican desde Assitol

En este sentido, Assitol ya ha presentado su propuesta en Bruselas e Italia, encaminada a imponer la prohibición de vender por debajo del coste, aplicando sanciones administrativas concretas. 

Actualmente, la legislación italiana permite la comercialización de aceite de oliva virgen extra a un precio inferior a su coste solo una vez al año. Sin embargo, la realidad de los hechos es bastante diferente: durante años, hemos sido testigos del uso de debajo del coste de manera indiscriminada, sin ninguna consideración por la estacionalidad y con amplia discreción por parte de los grandes minoristas, indican desde Assitol.

Degradación del producto
Con el tiempo, esta práctica ha provocado la degradación del producto oleícola, los consumidores creen que el aceite de oliva virgen extra es un producto de valor modesto, no solo comercial. Según la presidenta del grupo del aceite de oliva de Assitol, esto ha provocado que el consumidor piense que “el aceite de oliva cuesta poco porque en realidad vale poco, y conseguirlo con el precio más bajo se ha convertido en el único criterio para elegir el aceite de oliva virgen extra”.

La tendencia hacia precios cada vez más bajos también condiciona la progresiva disminución de la rentabilidad de los operadores, haciendo cada vez menos conveniente cultivar aceitunas, producir aceite y envasarlo. Según Cane, “el riesgo es que el precio al consumidor final, en la mayoría de los casos, no cubre los costes de producción”.

En opinión de Assitol, este decreto contra las prácticas comerciales desleales puede abrir la puerta a otras medidas útiles para devolver la rentabilidad al mundo del aceite de oliva.