Vicepresidente de la CE, Frans Timmermans.

Olimerca.- El vicepresidente de la CE, Frans Timmermans, persiste en su imposición de limitaciones a los fitosanitarios, los fertilizantes y los antibióticos, “privando a los agricultores de los nutrientes” en lo que a juicio de Asaja-Sevilla es “una política regresiva y totalmente contraria a la que siguen nuestros principales competidores, arriesgando con ello la autonomía y la independencia alimentaria de la propia Unión Europea”.

Aunque las cifras no son definitivas, los últimos borradores a los que ha tenido acceso la organización sevillana plantean que obligatoriamente la superficie de agricultura ecológica sea el 25% de la superficie agraria total de la Unión Europea para el año 2030, que el 10% de las tierras agrarias se destinen a elementos no productivos, que el uso de abonos se reduzca en un 20%, que el uso de fitosanitarios se recorte en un 50%, así como también se abre la posibilidad de incrementar las zonas incluidas en Red Natura 2000, con las limitaciones que de ello se derivan para la actividad agrícola y ganadera.

Ante esta situación, exigen que el comisario de Agricultura “se oponga frontalmente a un proyecto que se ha construido principalmente, contra los agricultores y ganaderos, mientras que a los demás sectores y a las zonas urbanas solo se les anima a actuar de forma voluntaria”.

Es por ello por lo que Asaja-Sevilla considera que el vicepresidente Timmermans debe ser declarado persona “non grata” para el sector agrario, puesto que con los dos documentos que la CE tiene previsto presentar el mañana miércoles, -la Comunicación “Biodiversidad en el horizonte 2030” y la estrategia “De la granja a la mesa”, dos documentos gestados en la etapa pre-COVID-19 con el objetivo de perseverar en el desarme de los agricultores y en su conversión en los jardineros de Europa, según Asaja- y que él promueve y respalda, “se reducirá la productividad de la agricultura europea y la competitividad de nuestras explotaciones, se incrementará la dependencia de las importaciones alimentarias y como consecuencia, nos dejará una Unión Europea mucho más vulnerable”.

Para conseguir que Europa vuelva a la normalidad, en opinión de la organización agraria, “será necesario hacer una previsión de daños y poner encima de la mesa todos los elementos de reconstrucción necesarios, por lo que no es el momento para escatimar si “no queremos dejar atrás”, no a uno sino a muchos sectores”.