Olimerca.- El Consejo de Ministros ha aprobado la distribución de 130.727.784 euros entre las comunidades autónomas para la ejecución de programas agrícolas, ganaderos y de desarrollo rural, formalizando así los criterios y distribución acordados en la última Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural.

De estos fondos se han destinado 104.120.005 euros para la financiación de los Programas de Desarrollo Rural de las CCAA para el periodo 2014–2020, en el marco de la distribución territorial de fondos de la Administración General del Estado (AGE). Esta cantidad se transferirá a los Organismos Pagadores de las autonomías.

Con esta territorialización se cubren los primeros cinco años de aportación de la Administración General del Estado a los Programas de Desarrollo Rural, tal como se acordó en el año 2014. Considerando ya la anualidad 2020, la cuantía total de la aportación AGE transferida a los Programas de Desarrollo Rural (PDR) ascendería a los 537,80 millones de euros, es decir, el 63,36% del total previsto para este periodo de programación (848,77 millones de euros).

El año pasado se aprobó en Conferencia sectorial esta territorialización en el mes de junio y se realizaron las transferencias a las autonomías entre los meses de julio y agosto de 2019, a diferencia de los años anteriores en los que estas transferencias se realizaban en el último trimestre del año.

Producciones y mercados agrarios
En el marco de las producciones y mercados agrarios, se ha aprobado el reparto entre las comunidades autónomas de 1.708.118,15 euros para la línea de calidad de las variedades vegetales y la certificación de los materiales de reproducción.

En esta distribución se han tomado en consideración dos programas encaminados al control del mercado del material vegetal de reproducción. El primer programa “Evaluación agronómica y de la calidad tecnológica” se divide en dos apartados “Valor agronómico”, para evaluar la capacidad productiva o rendimiento de variedades vegetales, y “Recomendación”, destinado a comprobar el grado de adaptación de las variedades vegetales a las zonas productivas españolas.