Antonio Gallego Jurado

Olimerca.- Ya está en el mercado la última edición de la revista Olimerca, y en este número incluimos una interesante entrevista con uno de los profesionales con más larga trayectoria profesional, Antonio Gallego Jurado, actual presidente del Grupo Ybarra Alimentación, y en la que aborda las luces y sombras que todavía tiene el sector industrial envasador del aceite de oliva.

¿Qué opina sobre la evolución de los precios del aceite de oliva?
Antonio Gallego .- Respecto al comportamiento de los precios del aceite de oliva en los últimos meses, mi opinión es clara: han sido unos meses de bonanza para el sector productor yla gran distribución, mientras que a los industriales envasadores nos han sometido por ambos lados.

Mientras que los costes por recolección de aceituna en olivar intensivo están por debajo de 1.8 €/kg, se ha estado vendiendo el aceite de oliva virgen a 3 euros el kilo.
Es muy triste que mientras que productores y distribuidores estén ganando del orden de 1 o 2 euros por kilo de aceite, los envasadores estén ganando 0.10€/kg. Discutiendo céntimos por kilo a la hora de comprar en origen.

Como envasador de aceites con marca propia y MDD ¿Qué opina del auge de la marca del distribuidor?
Antonio Gallego  .- La marca blanca no es un problema para los envasadores. Ese es el mercado, y no nos podemos quejar cuando tenemos productos como el vinagre que cuenta con una cuota de la MDD del 80%, mientras que en el aceite se mueve en el entorno del 60%. Por otra parte, no creemos que suba más la marca de la distribución.

El verdadero problema que tenemos los envasadores es que tenemos un producto del que es muy difícil transmitir el valor agregado de las marcas al consumidor. Entre otras cosas porque la legislación es muy restrictiva en muchos aspectos en el etiquetado.

No tiene mucho sentido que yo me preocupe por comprar y vender un aceite de oliva virgen extra con el mínimo de acidez, con la máxima calidad y luego no tenga el modo de hacerle llegar al consumidor estas cualidades. Es muy difícil dar valor a los productos marquistas, debido a la legislación en la que se encuadra el aceite de oliva.

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