El DAT se extenderá a todos los productos agrarios y forestales de carácter alimentario

Olimerca.- El Consejo de Gobierno andaluz ha aprobado el decreto que crea y regula el Registro de Explotaciones Agrarias y Forestales de Andalucía (Reafa) y el Documento de Acompañamiento al Transporte (DAT) de los productos de este sector. Según la propia Junta, esta norma da respuesta a las reclamaciones del sector agrario para avanzar en la simplificación administrativa, reforzar la lucha contra los robos en el campo, mejorar la seguridad alimentaria y garantizar la trazabilidad en la primera fase de la comercialización. Los dos nuevos instrumentos son de carácter obligatorio, pero se regulan bajo el principio de máxima agilización de trámites.

El DAT ya se exige actualmente en algunos sectores (ganadería, viveros y organismos modificados genéticamente), si bien a partir de ahora se extenderá a todos los productos agrarios y forestales de carácter alimentario para organizar y controlar el transporte; mejorar la seguridad y la trazabilidad, y acreditar el origen y destino dificultando la sustracción y posterior venta ilegal.

Este documento de acompañamiento deberá estar disponible y ser aportado en cualquier momento, a requerimiento de los agentes de la autoridad, en el traslado de los productos sin transformar desde las explotaciones hasta los lugares de almacenamiento o los primeros destinos de comercialización. Los destinatarios deberán conservarlo durante al menos cinco años desde su recepción. La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural habilitará un aplicativo web para su expedición.

La implantación se realizará de forma progresiva, con un periodo de adaptación de un año en el que tendrá carácter voluntario, e incluirá el desarrollo de una herramienta telemática fácilmente utilizable a través del teléfono móvil. Tanto la estructura como la información contenida evitarán la duplicación de trámites y posibilitarán su uso como ‘carta de porte’, documento obligatorio que exige la normativa de transportes públicos por carretera.

La generalización del DAT reforzará en Andalucía las exigencias legales de trazabilidad, que permiten hacer el seguimiento de un alimento en las distintas fases de producción, transformación y distribución. Estos controles son fundamentales para, en caso de detección de riesgos y de contaminación, localizar el origen de las partidas y facilitar una rápida respuesta.

Reafa

En cuanto al Reafa, agrupa distintas herramientas tecnológicas y de gestión vinculadas a los productores agrarios y forestales, lo que permitirá agilizar requerimientos, establecer procedimientos comunes, compartir información y reducir la carga de trámites.

En este registro se inscribirán las alrededor de 300.000 explotaciones agrarias y forestales que actualmente existen en la comunidad autónoma, bien de oficio por la Administración o a instancia de los titulares mediante declaraciones responsables. La inscripción no tendrá carácter habilitante para el ejercicio de la actividad, ya que el objetivo es caracterizar las explotaciones para mejorar su gestión y facilitar el apoyo de las administraciones.

El contenido combinará información geográfica y alfanumérica, lo que permite la organización, gestión, análisis y modelización de grandes cantidades de datos agronómicos, ambientales y económicos vinculados a cada explotación. Su creación supondrá la unificación de otros cuatro censos: el de uva para vinificación, el General de la Producción Agrícola, el de Operadores Productores de Brotes y el de Titularidad Compartida de Explotaciones Agrarias.

El último de estos registros impulsará el reconocimiento jurídico y de los derechos laborales de muchas mujeres que, al figurar como “ayuda familiar” en las explotaciones de sus cónyuges, realizan su trabajo como una extensión de labores domésticas. La titularidad compartida elimina esta discriminación al considerar la explotación como una unidad económica donde la aportación de cada persona que la conforma tiene igual valor. De igual modo, facilita un trato preferente en las ayudas y en las actividades de formación y asesoramiento promovidas por las administraciones, así como en la consideración de estas explotaciones como prioritarias.