La Comisión Europea aprobó el 25 de marzo de 2021, un plan de acción para el desarrollo de la producción ecológica en la Unión Europea. El plan de acción (2021-2027) se articula en torno a tres ejes que reflejan la estructura de la cadena de suministro alimentario (producción, transformación y minoristas y consumidores).

En total hay 23 acciones, subdividas en varios epígrafes y que cubren todas las etapas de la cadena alimentaria:
•    El primer eje es el crecimiento del consumo de productos ecológicos, que es vital para animar a los agricultores a convertirse a la agricultura ecológica. 
•    El segundo eje es estimular la conversión y consolidar todos los eslabones de la cadena de valor. 
•    Y el tercer eje es predicar con el ejemplo: aumento de la contribución de la agricultura ecológica a la sostenibilidad.

En sus Estrategias «de la granja a la mesa» y sobre Biodiversidad, la Comisión ha definido el objetivo de que «al menos el 25 % de las tierras agrícolas de la UE se utilicen en agricultura ecológica de aquí a 2030 y de lograr un aumento significativo de la acuicultura ecológica». 
La superficie ecológica en la Unión Europea en 2020 era de 9.2% (8.5% en 2019). De esa superficie, España tiene 2.4 millones de hectáreas, ligeramente por detrás de Francia que con 2.5 millones de hectáreas es el líder europeo en superficie.

El nuevo Reglamento ha aportado varias novedades interesantes. La mejora más destacada es la introducción de un conjunto de normas en toda la UE aplicables a todo su sector ecológico. 

Está claro que llegar a ese deseado 25% en 2030 no va a ser sencillo. Una de las primeras cosas que va a hacer la Comisión Europea para intentar alcanzar esa cuota es dar estabilidad legal al sector. Por ello, el nuevo Reglamento 2018/848 , que entró en vigor el 1 de enero de 2022, debe mantenerse inalterado una buena temporada.  

El nuevo Reglamento ha aportado varias novedades interesantes. La mejora más destacada es la introducción de un conjunto de normas en toda la UE aplicables a todo su sector ecológico. Las antiguas normas autorizaban un sistema de excepciones a la carta, en ocasiones a nivel de un único productor.

Las nuevas normas tienen en cuenta la necesidad de flexibilidad a la que esas excepciones respondieron en el pasado: seguirá siendo posible conceder excepciones debidamente justificadas como, por ejemplo, sustituir con carácter temporal un ingrediente ecológico por otro no ecológico en caso de existencias limitadas, pero ahora solo durante un período determinado; además, esas excepciones estarán sujetas a una evaluación periódica y serán aplicables, si resulta necesario, a todos los productores para garantizar un trato equitativo. Se aplicarán las mismas normas a todos los productores y productos ecológicos.

Este conjunto único de normas va a aplicarse también a los agricultores de fuera de la UE que exportan sus productos ecológicos al mercado de la Unión. Sustituye a las más de sesenta normas distintas consideradas equivalentes que se aplicaban antes a la importación de ese tipo de alimentos. El principio de conformidad con el conjunto único de normas de la UE sustituye al principio de equivalencia. Las nuevas normas aportan grandes mejoras en relación con el comercio, la más importante de las cuales es que se crearán unas condiciones de competencia equitativas para los operadores de la UE y de terceros países.

Se ha ampliado el ámbito de aplicación de las normas para abarcar una gama de nuevos productos como la sal, el corcho y los aceites esenciales. También será posible en el futuro añadir nuevos productos para responder a la evolución del sector y a la demanda de los consumidores, lo cual proporcionará nuevas oportunidades a los productores.

Se van a crear nuevas oportunidades gracias a la apertura de un nuevo mercado para las semillas ecológicas y otros materiales de reproducción vegetal con un alto grado de biodiversidad genética

El nuevo Reglamento supone una simplificación para los agricultores. Por ejemplo, los pequeños agricultores van a poder optar por la certificación de grupo, lo que reducirá sus costes de certificación y facilitará la incorporación al régimen de producción ecológica.

También se van a crear nuevas oportunidades gracias a la apertura de un nuevo mercado para las semillas ecológicas y otros materiales de reproducción vegetal con un alto grado de biodiversidad genética. De este modo aumentarán la biodiversidad y la sostenibilidad de los cultivos y se impulsará la innovación. Se reforzará la resistencia a plagas y enfermedades y se hará especial hincapié en mejorar la adaptación a las condiciones locales.

Apoyo financiero
En segundo lugar, la Comisión va a prestar apoyo financiero para el crecimiento del sector ecológico, y ello de tres maneras posibles.
La primera cuestión a señalar es que la nueva PAC incluirá regímenes ecológicos a los que corresponderá un presupuesto que se situará entre 38 000 y 58 000 millones EUR para el período 2023-2027. Estos regímenes ecológicos pueden servir para potenciar la agricultura ecológica. En el momento de redactar estas líneas, los Estados miembros han transmitido sus planes estratégicos nacionales y la Comisión está respondiendo con observaciones preliminares. Es claro que la Comisión Europea va a desear ambición en los planes nacionales para que el sector ecológico tenga el apoyo financiero adecuado.

El segundo tema a poner de relieve es que la Comisión se propone aumentar el porcentaje destinado a investigación e innovación (I+I) y dedicar al menos el 30 % del presupuesto para temas específicos o pertinentes para el sector ecológico. La investigación estudiará, entre otros aspectos, los cambios de comportamiento de los agricultores y los consumidores, el aumento del rendimiento de los cultivos, la biodiversidad genética y las alternativas a los productos controvertidos. 

En ese contexto, la Comisión reforzará la coordinación de los programas nacionales de I+I sobre alimentos ecológicos y ofrecerá nuevas oportunidades a través de la misión propuesta de Horizonte Europa sobre salud del suelo y salubridad de los alimentos, y de asociaciones como las relativas a la agroecología y los sistemas alimentarios. Se fomentará la difusión de los resultados de I+I a través de la Asociación Europea para la Innovación AGRI y el Sistema de Conocimiento e Innovación Agrícolas (AKIS) a fin de promover un aumento general de la producción ecológica en todos los Estados miembros.

El tercer punto a desatacar respecto al apoyo financiero es que, como parte de la política de fomento de la agricultura de la UE, la Comisión se dedica ya a promover activamente los productos ecológicos y seguirá haciéndolo en el futuro. El porcentaje total del presupuesto de promoción de la agricultura asignado para 2021 a los productos ecológicos es del 27 %, es decir, 49 millones EUR. Para 2022, el programa de promoción prevé asignar 50 millones EUR a esos productos.