El pasado 4 de junio y tras una semana de reuniones con el conjunto del sector oleícola, el ministro de Agricultura, Luis Planas, compareció en rueda de prensa para anunciar un paquete de medidas para recuperar la viabilidad económica de la mayoría de las explotaciones del olivar español.

El titular de Agricultura reconoce que la situación es complicada y que el problema de los excedentes es estructural, causado por un incremento de la superficie del olivar en los últimos años de manera continua. Estas medidas recogidas en nota de prensa del propio Ministerio se resumen en diez puntos al que se les asignan responsables de ejecución y cronograma.

Algunas de las propuestas son viejas reivindicaciones de la producción, ya conocidas, y otras habrá que esperar a conocer su desarrollo para poder valorarlas, aunque a priori las considero un brindis al sol. De manera resumida, se proponen actuaciones en cuatro bloques: el primero para regular la oferta, el segundo sobre normas de calidad, etiquetado y sistema de trazabilidad, el tercero sobre mayor intensidad de la promoción del aceite de oliva y el cuarto sobre medidas a negociar con Bruselas para conseguir se introduzcan en la revisión del nuevo marco de la PAC 2021-2027.

Regulación del mercado
La más importante e inmediata de todas las medidas propuestas es aplicar al aceite de oliva algunos artículos del Reglamento 1.308/2013 de la Organización Común de Mercados de los productos agrarios para permitir que, bien a través de extensión de norma de la interprofesional del aceite de oliva, o bien el Estado miembro por decisión de las organizaciones sectoriales, se puedan tomar medidas para regular el mercado.

Convendría saber que las altas cifras de importaciones no se justifican por salvar el problema de los aranceles americanos, pues nuestras ventas envasadas a este país, de media, solo 60.000 ton anuales

Esta medida, que no ha contado nunca con el consenso del sector, ni tan siquiera de la producción, podría obligar a retiradas temporales de unas cantidades de aceite de oliva a todos los productores españoles. La autorregulación se quiere poner en marcha para la nueva campaña 2020/2021. Mientras tanto, los precios en origen siguen muy bajos, las existencias de aceites muy altas y las importaciones de aceite de oliva batiendo todos los récords.

Para atender el mercado de Estados Unidos sin verse afectado por los aranceles, los aceites envasados por nuestras industrias proceden mayoritariamente de la cercana Portugal o de Túnez. Estas importaciones de Túnez se hacen en régimen de perfeccionamiento activo o en el cupo del contingente, ambos exentos de aranceles.

Precios de importación
Las cifras globales importadas de diferentes orígenes en esta campaña hasta el mes de abril suman 147.470 toneladas, sólo en el mes de marzo récord de 31.740 toneladas y podemos asegurar que al finalizar la campaña habremos batido un nuevo récord de cantidades totales importadas en una campaña en España.

Sin embargo, convendría saber que estas altas cifras de importaciones no se justifican por salvar el problema de los aranceles americanos pues nuestras ventas envasadas a este país, de media, suman solo 60.000 toneladas anuales. La razón que las justifican es, además, el precio más competitivo que nuestros aceites.

Del total de las importaciones de aceites de oliva que se viene haciendo por España en los últimos años, rondando las 150.000 toneladas, un tercio procede de Portugal, otro tercio de Túnez y el resto de diferentes países en su mayoría no pertenecientes a la Unión Europea. Ahora se abre un debate para reforzar el principio de preferencia comunitaria que tiene una difícil solución.

Ante este escenario, los oleicultores españoles piden soluciones con el lampante pagándose a 1.650 euros/tonelada y retornando al mercado las cantidades de aceites inmovilizadas en la primera licitación de noviembre, tras cumplir el periodo de 180 días.

Una de las medidas solicitadas al Ministerio para su traslado a Bruselas es prorrogar aquellos contratos que voluntariamente quieran hacerlo para no sacar el aceite en este momento tan delicado.

Contratos de compra y venta
Y como los problemas nunca vienen solos, para el cumplimiento del Real Decreto 5/2020 de 25 de febrero, por el que se adoptaron determinadas medidas urgentes en materia de agricultura y alimentación en plena efervescencia de las movilizaciones del campo hace tres meses, modificando la Ley 12/2013 de la Cadena Alimentaria, se obliga en los contratos de compra venta de aceites a contener «Indicación expresa de que el precio pactado entre el productor primario agrario, ganadero, pesqueros o forestal o una agrupación de los mismos y su primer comprador cubre los costes de producción», lo cual hoy, a la vista de como están los precios en origen, dejará a todos los olivares de montaña marginales y la mayoría de los tradicionales sin poder vender sus aceites.

Y para los grandes grupos productores y comercializadores de aceites de oliva, ¿cuál es nuestro coste de producción?  En España hay tantos costes diferentes de producción de un kilo de aceite como explotaciones olivareras.