Olimerca.- El tema del etiquetado de los productos agroalimentarios con señales como el Nutri-Score o Semáforo preocupa y mucho al sector del aceite de oliva y de las aceitunas de mesa en Grecia.

Como se sabe, el propósito de estos sistemas es advertir al consumidor sobre calorías, grasas, grasas saturadas, sal y azúcar. En opinión de la Scientific Society of Olive Encyclopaidists (4E) esta gradación de color es una simplificación excesiva, que en la lógica del consumidor corriente está inevitablemente ligada a la idea de que lo rojo es "malo", lo verde es "bueno" y lo naranja es "indistinto".

El riesgo que puede tener esta clasificación de color es que el aceite de oliva pueda obtener una puntuación "mala" por ser exclusivamente graso y que las aceitunas puedan obtener una puntuación "mala" por tener sal.

Para los científicos griegos preocupa que estas escalas de colores pueden tener el mismo uso tanto si un alimento es una comida (una composición completa) como si es un ingrediente alimentario. P.ej. El aceite de olive es un ingrediente alimenticio, nadie consume aceite de oliva puro. Las ciruelas de mesa son un acompañamiento, pero también un ingrediente alimentario (por ejemplo, ensalada, pan de aceitunas). La caracterización de un ingrediente no significa necesariamente que se transfieran las mismas propiedades al alimento o producto en el que participa. Es como mirar al árbol y no al bosque.

El aceite de oliva y las aceitunas de mesa tienen un valor añadido que no se expresa en estos sistemas de información nutricional. Su valor, además de ser una grasa monoinsaturadas, es la concentración de antioxidantes e ingredientes bioactivos y además son una parte importante de nuestro patrimonio gastronómico y nuestra tradición mediterránea.

Dado que la introducción de un sistema uniforme de información nutricional en las etiquetas de los alimentos se está debatiendo actualmente en las organizaciones de la UE, la Sociedad Científica del Olivo solicita

  • a) cualquier tipo de información nutricional debe incluir una referencia al tamaño de la porción, mientras que al mismo tiempo se establecen reglas para la definición del tamaño de la porción
  • b) evitar el uso de escalas de colores y símbolos que impongan opciones a los consumidores sin una comprensión esencial del valor nutricional
  • c) debería tener en cuenta el hecho de que un ingrediente de un producto y una comida o un producto alimenticio no deberían incluirse en el mismo marco de evaluación.
  • d) tomar con precaución la protección de productos tradicionales como el aceite de oliva y las aceitunas de mesa, pero también otros como la miel de conceptos erróneos referidos al menos a su valor nutricional.
  • e) cada sistema de información nutricional debe promover la educación nutricional del consumidor y debe ir acompañado de las acciones de comunicación adecuadas para la comprensión de la información.

La aparición de muchos símbolos y clasificaciones de colores en las etiquetas de los alimentos pone de relieve otro problema, moral y ético. Con las formas y colores no promovemos la educación nutricional del consumidor (en todas las edades y niveles de alfabetización) porque lo llevamos a la elección inconsciente basada en símbolos y no a la elección consciente leyendo la información de la etiqueta.

Más allá de eso, está el tema del racismo entre productos por discriminación entre alimentos "buenos" y "malos". De manera indirecta, pero obvia, esta discriminación se transmite a las empresas alimentarias como "conscientes" e "irresponsables" ya los consumidores como "cuidadosos" y "descuidados".