Producir aceite de oliva virgen extra es trabajar con pasión y amor por el producto, incluso en tiempos complejos como el que estamos viviendo. Por eso compartimos la misma preocupación expresada por ASSITOL con respecto a la actual campaña aceitera, especialmente en lo que se refiere al reconocimiento de nuestro compromiso con la calidad.

La menor producción de aceite de oliva virgen extra en la cosecha 2020-2021, no solo en Italia sino en todo el Mediterráneo, está ciertamente ligada a la propia vecería del cultivo y a la persistencia de la Xylella, que redujo aún más el potencial de producción de aceite de oliva en territorios como Puglia, que generalmente produce casi la mitad del aceite nacional.

La disminución de las cantidades ha dificultado aún más la búsqueda de materias primas de calidad, cada vez más buscadas por las empresas. Además, el mismo nivel de calidad, considerado de buen nivel al inicio de la campaña, resultó estar por debajo de las expectativas.

Estas son las incógnitas de quienes trabajan con un producto de la tierra. Comparado con el pasado, el consumidor se muestra más exigente, aprecia la gran variedad de aceites que ofrece hoy el sector y pide más calidad en botella. El verdadero problema es que al consumidor le cuesta entender cómo esa calidad tan buscada tiene mayores costos, por lo que hay que pagar más por ella. Esta falta de conciencia afecta a toda la cadena de suministro, lo que también ha requerido el relanzamiento del sector desde hace algún tiempo.

Desde FOOI esperamos que finalmente se reconozca el valor adecuado del aceite de oliva virgen extra, recompensando a quienes trabajan duro para ofrecer un buen producto a los consumidores. La campaña actual, también influenciada por las restricciones de la pandemia, ha impuesto grandes sacrificios a nuestro cultivo del olivo y por eso, es importante dar el valor que se merece al aceite de oliva virgen extra, potenciando así todo el sector oleícola.

En este juego de equipo esperamos involucrar también a los operadores comerciales, cuya contribución es fundamental para un mejor futuro de la cadena de valor del aceite de oliva.