El aceite es un incondicional en las cocinas de los hogares españoles al que muchas veces se le vincula con la palabra precio. Y es verdad que es un producto que tiene vaivenes en este sentido que impactan en el consumidor, que en ocasiones apuesta por irse a variedades más económicas cuando el litro se encarece.

Pero poco a poco el esfuerzo del sector por elevar este producto y que no sea visto como un simple comodity, sino un indispensable en nuestra dieta y forma de vida para alimentarnos bien y cuidarnos, va calando.
Prueba de ello es que el aceite está creciendo en su parte Premium. Al sector se le ha aparecido el virgen extra. Y es que los datos del mercado cerrado a la primera semana de septiembre muestran un crecimiento en ventas del 11% del aceite de oliva virgen extra. Una señal muy positiva para el mercado, dado que no deja de ser un producto que cuesta de media en torno a los 4,64 euros el litro.

Esto no es cosa de milagros. Hay una explicación lógica. El factor salud explica en parte que el consumidor con el aceite no se muestre tibio y se limite a decidir mirando el precio. Pensemos que seis de cada diez consumidores se esfuerzan por hacer una compra diaria saludable. Por tanto, hay un margen en el presupuesto para cuidarse un poco mejor.

Esto no quiere decir que el precio haya dejado de influir, pero hay un matiz importante, porque lo relevante aquí es el diferencial de precios entre variedades. El consumidor compara precios y ahora podrá observar en el punto de venta como, si bien el litro de virgen extra está más cerca de los 5 euros que de los 4 euros, su precio se ha estancando. En cambio, otras variedades sí se encarecieron este año y por tanto la diferencia entre comprar uno u otro es mucho menor.

Así, hace un año comprar un litro de aceite de oliva intenso era un euro más barato que el de oliva virgen extra, 3,61 euros frente a 4,62 euros. En cambio, en la actualidad, ese diferencial se ha reducido en 25 céntimos, 3,88 euros frente a 4,64 euros.

Por otra parte, el consumidor cada vez tiene más opciones en el lineal para consumir aceite de oliva virgen extra. Más allá de las marcas habituales, están emergiendo marcas pequeñas que están haciéndose hueco en el establecimiento, ayudando a revalorizar el lineal del aceite.

Y es que empieza a haber cierta dinamización de este lineal, con la incorporación de nuevas referencias, como pueden ser las BIO. Es pronto para hablar de ellas porque su peso en el mercado es aún muy reducido, pero se abren nuevas vías de crecimiento para el sector y esto ayudará a reforzar el ingente esfuerzo del sector por situar al oro líquido donde se merece.

El precio importa, pero no lo es todo.