Cuando se conoció la noticia de la ley española que impone un sistema similar a nuestro SIAN oficial en ASSITOL, la Asociación Italiana de la Industria del Aceite de oliva, el comentario fue unánime: "Bienvenido al club". 

Hasta ahora hemos trabajado en soledad. Ahora, sin embargo, tenemos un interlocutor con el que continuar nuestra batalla por el SIAN europeo. Es la base de un "club", que podría llevar a cabo importantes batallas para salvaguardar este extraordinario alimento, el aceite de oliva virgen extra.

Desde hace al menos cinco años, ASSITOL ha propuesto ampliar el sistema de seguimiento del aceite de oliva a otros países de Europa, tanto entrantes como salientes, adoptados hace unos diez años. En ese momento, la operación no fue simple, requería estudio y nuevas habilidades. Sin embargo, si hoy podemos decir que el sector del aceite de oliva está sometido a una seria supervisión, se lo debemos sobre todo al SIAN. Particularmente, el sistema ofrece una sección transversal determinada de los movimientos de aceite, lo que permite a las autoridades competentes combatir el fenómeno del fraude.

En el marco comunitario, hasta ahora solo hemos recibido unas pocas palabras de agradecimiento con respecto a la posible extensión. Pero ahora que la ley española de calidad del aceite ha establecido un monitoreo similar al italiano, tenemos una razón más para relanzar el tema.

España e Italia producen aceite de oliva desde la antigüedad y lo han convertido en un elemento central de su cultura alimentaria. La dieta mediterránea es única en el mundo también gracias al aporte que esta comida extraordinaria que le dio. 

España e Italia podrían unir esfuerzos para conseguir una herramienta excepcional que garantice la máxima calidad en todos los países mediterráneos

En este contexto, la industria del aceite de oliva, que nació hace un siglo, lo hace gracias al compromiso de empresas que, con el tiempo, se han convertido en grandes marcas nacionales. Los industriales italianos han sido los primeros en abordar el tema de la seguridad y autenticidad de sus productos. El SIAN es la respuesta institucional a este problema, en tiempos más recientes; ciertamente no es el único, pero es un absoluto alivio.

Los aliados en Europa, España e Italia podrían promover conjuntamente la implantación de un SIAN para el conjunto del territorio de la UE, lo que ayudará que los controles sobre el aceite de oliva sean aún más fuertes y creíbles. Si llegamos a un acuerdo con España tendríamos una herramienta excepcional para involucrar a todos los países productores de aceite de oliva de Europa. Es impensable que pueda haber discrepancias en los controles dentro del equipo de la UE. Además, las ventajas, en materia de la trazabilidad y la seguridad serían enormes.

Paralelamente a la Comisión Europea, en nuestra opinión el lugar ideal para promover esta una propuesta de amplio alcance sería el Consejo Oleícola Internacional. En ese contexto podría despertar interés y una mejor valoración en otros países productores de aceite de oliva.
La ley española reúne diferentes normas, todas ellas orientadas a garantizar la calidad y autenticidad del aceite, con especial atención al transporte y la gestión de un producto especial como el aceite de oliva. También sobre esta filosofía, ASSITOL reconoce sinceramente su gran valor y avance.