Olimerca.- Desde el pasado mes de diciembre cuando se detectó el primer caso de coronavirus en China, han pasado tres meses y esta enfermedad se ha convertido en una pandemia mundial que va a traer importantes consecuencia, no sólo a nivel humano, sino también a nivel económico y social.

Hoy traemos a esta sección una reflexión enfocada al sector empresarial con la intención de que sirva para que todos aquellos que ahora se sienten "solos" puedan analizar su situación y buscar salidas.

Frente a esta crisis de gran magnitud hoy deberías empezar a preparar tu mente para cuando vuelvas a la "normalidad" y te des cuenta que estas en una isla desierta, sin recursos y con un escenario desconocid, tendrás que elegir entre tomar decisiones o esperar una ayuda que nunca llegará. Todos conocemos la historia de Robinson Crusoe, un joven de clase media que de repente se encuentra en una isla desierta sin nada de todo aquello que tenía asumido en su vida como normal.

En unos días, semanas o meses volveremos a nuestras empresas y en muchas ocasiones lo que nos encontraremos será una isla desierta, solitaria y abandonada. Tendremos los mismos sentimientos y sensaciones del náufrago, abandono, soledad y miedo.

Por eso, hoy hay que empezar a prepararse para cuando llegue ese momento, para primero sobrevivir y después ganar ventaja sobre la situación. Todo tiene que ser por orden, primero superar la situación y después obtener beneficios.

Son tres los aspectos que tienes que controlar y son en este orden.

1.- Conocer la isla. Lo desconocido te produce ansiedad e incertidumbre. Esto hará que te paralices y tu mente estará buscando culpables, reconocimiento de tu pena o cualquier otra limitación mental. Ahora se trta de conocer el nuevo escenario para sobrevivir.
Las desgracias sobrevenidas sin avisar, rápidas, repentinas son muy difíciles de solucionar pues nuestra actitud estará machacada por la fuerza de lo desconocido, nuestro cerebro lo primero que hace es empezar a valorar los motivos y deja para más adelante las soluciones.


Tenemos que ser capaces de visualizar nuestra isla y verla como un reto y nunca como un fracaso.

2.- Acción. La parálisis del análisis, buscar la respuesta idónea, el momento perfecto. ¿Qué sucedería si ya supiéramos que vamos directos a la isla? La respuesta es clara: Me puedo preparar.
Lo primero que muchos hacen es pedir ayuda, olvidándose de ayudarse primero a ellos mismos. Que lleguen a rescatarte, es importante, pero que cuando lleguen, estés vivo, lo es mucho más. No dejes ni un solo día de explorar tu isla, y buscar dentro de ella que puedes encontrar que te ayude.

3.- El presente. Llegó el momento del presente. No existe pasado, los recuerdos de lo que tuve, perdí o como era mi vida ahora no tiene cabida, no tenemos tiempo para la nostalgia o la añoranza. Tu situación es sobrevenida. Somos náufragos y debemos preocuparnos de las cosas y ponernos en acción. No te preocupes del mañana, ocúpate del hoy.

Saber que naufragarás y que estarás en una isla desierta, tiene que ser sin duda, tu ventaja competitiva con el resto de los náufragos piensa que mamá estado les traerá el vaso de leche caliente por la noche a la isla.

Muy pronto aprenderás a ver lo que otros no ven, eso sucederá en el momento de la adaptación, mientras otros estén sumidos en la desesperación del náufrago, tú estarás poniendo en práctica tu plan. Además, en tu búsqueda llegarán a tu lado muchos Viernes u otros náufragos dispuesto a sobrevivir contigo.