Olimerca.-  ¿De dónde viene su vinculación con el sector oleícola?
Enrique Martinez.- Mis abuelos poseían una pequeña almazara en la comarca de La Alpujarra de Granada que, posteriormente, continuó mi padre. Yo la gestioné hasta el año 1983. En su época era toda una novedad, pues, aunque el sistema de extracción de aceite era con molino de rulos, contaba con termobatidora y prensa hidráulica, de la fundición de Fuentes Cardona de Úbeda. En la actualidad gestiono una explotación agrícola de olivar con fincas en las provincias de Córdoba, Granada y Jaén (Cazorla).
En paralelo, en 2005 entré en la D.O.P. como presidente y esta responsabilidad se prolongó hasta el año 2016, momento en que se produjo mi traslado a la Delegación de Medio Ambiente de Granada. Desde ese año ocupo la vicepresidencia del Consejo.

Olimerca.- ¿Qué balance hace de todos estos años en la D.O.P.?
Enrique Martínez.- El balance es muy positivo, todos estos años vinculado profesionalmente a la D.O.P. Aceite Sierra de Cazorla, tanto como presidente como vicepresidente, se han caracterizado por el buen ambiente que hasta ahora ha habido en el Consejo. Pasamos de ser un grupo de profesionales, defendiendo sus intereses legítimos de forma individual, a formar una gran familia unida con una finalidad única: promocionar y defender nuestro magnífico aceite, bajo el paraguas de la marca Sierra de Cazorla de Jaén. Todo un honor y un orgullo para mí.

Olimerca.- ¿Cómo cree que se encuentra el sector actualmente? 
Enrique Martínez. - Actualmente nos encontramos ante una situación inimaginable, por el contexto en que se encuentra la economía en general y el mercado del aceite vegetal en particular. Recién salidos de la pandemia, entramos en un escenario de conflicto bélico que ha provocado, entre otros, un encarecimiento de las materias primas y sobre todo con unos costes disparatados de las energías (eléctrica, gas y derivados del petróleo). 

Ahora es cuando tenemos que poner en valor la mejor grasa vegetal que existe, asequible para el consumidor, que es la procedente del zumo de la aceituna por sus aspectos saludables e imprescindible en el mundo de la cocina tradicional y, por supuesto, en las nuevas tendencias culinarias. 

Olimerca.- ¿Cómo valora la evolución del sector en los últimos años?
Enrique Martínez.- Desgraciadamente en los últimos años el aceite se ha vendido como un producto de reclamo o “gancho” con ventas a pérdidas; los consumidores no han reparado en las cualidades, sino que han adquirido el de precio inferior. No obstante, se percibe que hay un sector de la población que cada vez aprecia más lo auténtico, el aceite procedente de olivares tradicionales con mucha dificultad de manejo y recolección de sus aceitunas. Este aceite tradicional, de sierra, es el que es certificado por nuestro Consejo Regulador, que garantiza ese origen al consumidor exigente, que lo aprecia y lo valora. 

Por otra parte, no cabe duda de que el cultivo del olivar es parte de la vida de los hombres y mujeres de los pueblos de la Comarca de la Sierra de Cazorla, va en su ADN. No se entendería una Comarca como la nuestra sin su oro líquido, único en el mundo por su carácter diferenciador, que le otorga tanto las variedades Picual como la variedad autóctona Royal.

Olimerca.- ¿Cómo valora la “educación” del consumidor a la hora de comprar aceite de oliva?
Enrique Martínez.-  Una de las ventajas que tenemos es que la marca SIERRA DE CAZORLA DE JAÉN está muy valorada porque relaciona este producto con naturaleza. Nuestros mejores embajadores son todos esos miles de personas que nos visitan todos los años atraídos por la impresionante Sierra de Cazorla, y puedo asegurar sin equivocarme que todos ellos se llevan a sus lugares de procedencia el mejor recuerdo posible: AOVE Sierra de Cazorla, que después adquirían muchos de ellos de forma online.

No obstante, estamos convencidos de que la divulgación y la información son fundamentales para que el consumidor no tenga dudas acerca de lo que es aceite de oliva (mezcla de aceite refinado con un pequeño porcentaje de aceite virgen) y el auténtico zumo de aceituna: el aceite virgen. Es un reto que en el Consejo Regulador nos marcamos hace muchos años a base de ofrecer catas a consumidores, escolares, profesionales de la hostelería, etc…, para que sepan distinguir un zumo de aceituna de otro que procede de tratamientos químicos (refinados) y de otros aceites vegetales.

Olimerca.-  ¿Qué papel juega la DOP en este escenario?
Enrique Martínez.-  Nosotros desde el Consejo garantizamos el origen del producto. Todo el proceso desde que se recogen las aceitunas en las más de 36.000 Ha. de olivar de la Comarca (más de 3,5 millones de olivos), hasta que se extraen en nuestras almazaras, se almacena y se envasa, se ha de realizar obligatoriamente en nuestros pueblos de le Comarca. De no ser así nuestro aceite no llevaría la marca SIERRA de CAZORLA DE JAÉN. Y por otra parte nuestros aceites tienen que cumplir un Pliego de Condiciones aprobado por la Unión Europea, nada menos en aspectos tanto físicos como químicos y organolépticos (sabor y olor), de no superar estas pruebas tan exigentes, esos aceites no serían merecedores de nuestra marca de garantía al consumidor.

Olimerca.-  ¿Cómo ve el futuro del sector?
Enrique Martínez.-  El futuro del sector del aceite lo percibo como apasionante, aunque no exento de muchos problemas y trabas. Estoy convencido de que, trabajando con tesón, cuidando la calidad en su elaboración y en su almacenamiento, entre todas las entidades inscritas en la Denominación de Origen vamos a conseguir remarcar nuestra enseña SIERRA DE CAZORLA DE JAÉN. Cada uno con su capacidad y volumen de producción, pero, eso sí, remando todos en la misma dirección. Así, nuestro aceite de la SIERRA DE CAZORLA se situará en los lineales, restaurantes y cocinas de todo el mundo.