Olimerca.- Cuando Antonio Gallego Jurado entró con 14 años en el negocio familiar de los aceites seguro que nunca pensó que pudiera sacar de las cenizas la tradicional fábrica de Ybarra en Sevilla y en poco menos de dos años construir unas nuevas instalaciones, casi únicas en España.

Olimerca.- ¿Cómo han sido estos dos años pasados hasta ver la nueva fábrica en marcha?

Antonio Gallego.- Como presidente de Ybarra tengo que reconocer que han sido unos años muy complicados, dado que teníamos el reto de mantener el suministro de nuestras salsas y mayonesas a todos nuestros clientes y necesitábamos urgentemente poner en marcha una nueva fábrica que fuese modelo de referencia, tanto en procesos de calidad como de servicio y atención a nuestros clientes.

Olimerca.- ¿Qué característica destacaría de la nueva planta?
Antonio Gallego.- Si tenemos que destacar alguna particularidad de este proyecto es su apuesta por la calidad. Todas las medidas que se han implementado se han llevado a cabo siempre con el objetivo de la calidad. En esta fábrica se ha conseguido controlar al máximo todos los aspectos relacionados en producción, calidad, seguridad, costes, etc.

Tenemos muy claro que es donde está el futuro y el carácter diferenciador.

Partimos del hecho de que nuestro posicionamiento es muy bueno en comunidades como Andalucía, Norte de España, zona centro. Somos la primera marca de mayonesa nacional (producción) por el capital y por el origen de la marca. Y es que esta marca es auténtica frente a marcas de laboratorio, con una larga historia por detrás, tanto de Ybarra como de Musa.

Olimerca.- ¿Cómo han podido afrontar el alto coste de la nueva construcción?
Antonio Gallego.- Tras el incendio nos planteamos comprar alguna empresa. Hubo alguna conversación, sobre todo con empresas aceiteras, pero no hubo ningún acuerdo. Todas las fábricas tenían una antigüedad como mínimo de 10 años y había que hacer muchas inversiones en modernizarlas.

Por otra parte, hemos tenido un seguro muy importante que nos ha ayudado en la puesta en marcha del nuevo proyecto.

Lo más importante ha sido la permuta de los terrenos antiguos, donde se quemó la fábrica, por unos nuevos, gracias a un acuerdo con el ayuntamiento. Tenemos cerca de 100.000 metros cuadrados con 45.000 construidos, lo que nos permite seguir creciendo para el futuro.

Además, hemos conseguido instalar un oleoducto de kilómetro y medio de largo que une las instalaciones de Migasa con Ybarra, lo que supone un ahorro de costes y menores emisiones de CO2.

A nivel de ayudas, de momento estamos esperando que la Junta de Andalucía nos pueda conceder en torno a un 6% de las inversiones, pero no sabemos cuándo podrán llegar.

Puede leer la entrevista completa en el número 27 de la Revista Olimerca