Olimerca.- ¿Qué opina acerca de las movilizaciones que están llevando a cabo los agricultores?
Antonio Gallego.- Sin duda que las movilizaciones de los agricultores están más que justificadas, sobre todo porque los problemas que denuncian no son de ahora, sino que vienen de hace muchos tiempo y que no se habían abordado en profundidad.
En el caso del aceite de oliva nos enfrentamos a un problema que va más allá de los bajos precios actuales. Desde hace más de veinte años, en el mundo, hay una apuesta por este cultivo que se expande año tras año por muchos países, lo que ha generado un exceso de oferta de aceite y que no hemos sabido gestionar para evitar la situación que vivimos en la actualidad.
El problema que arrastra nuestro sector es que cuando ha habido precios buenos para toda la cadena de valor del aceite de oliva, en vez de prepararnos para las vacas flacas, no se ha actuado correctamente y nos ha pillado el toro con los precios bajos.

Olimerca.- ¿Qué medidas deberían de adoptarse para resolver la situación actual?
Antonio Gallego .- Tras tres años de precios altos en el lineal del aceite de oliva hemos entrado hace dos campañas, de nuevo, en el ciclo bajista de los precios sin lograr esa necesaria estabilidad de las cotizaciones.
La primera consecuencia de los altos precios trajo una caída de la demanda que se ha agudizado sobre todo por la falta de campañas de promoción enfocadas en el mercado interior
Esa falta de estrategia de apostar por la comunicación y la información de cara al consumidor cuando el sector estaba económicamente más preparado es la que ahora nos pasa factura. Hoy, cuando el sector está en crisis y cuando su situación financiera es más complicada se pone más difícil hacer esas necesarias campañas de promoción.
Si dinamizamos el consumo se impulsará la comercialización y con ello conseguiremos una recuperación de los precios y una mejor rentabilidad para los olivareros.

Olimerca.- ¿Cómo les afecta a los exportadores la problemática de los olivareros?
Antonio Gallego.- Los exportadores somos la punta de lanza del sector español en el exterior y los que sufrimos de manera directa las oscilaciones de precios que todas las campañas experimenta el aceite de oliva, que tenemos que enfrentarnos a negociar con unos importadores que les cuesta creer tantas diferencias de precios a lo largo de un año.
Defendemos que el agricultor tiene que ganar dinero, por eso rechazamos que nos señalen como simples intermediarios y lo rechazamos rotundamente porque hemos invertido mucho durante muchos años en viajes, en marcas y marketing, que ha significado que todo lo que se produce se haya podido comercializar.

Olimerca.- ¿Qué opina acerca de la apertura del almacenamiento privado?
Antonio Gallego.- No me opongo a que el sector olivarero tenga su justa remuneración y, si es necesario, en algún momento, que cuente el apoyo necesario para mantener la estabilidad de los mercados.
No obstante, no todas las ayudas o medidas de contención de la crisis son la solución definitiva al problema. El almacenamiento privado es “pan para hoy y hambre para mañana”. Hoy podrá ayudar a sostener la caída de los precios del aceite de oliva en origen, pero el próximo mes de agosto cuando salgan al mercado las cerca de 200.000 toneladas ¿quién va a evitar que los precios vuelvan a desplomarse
Por ello, además de ayudas a la producción es necesario volver a incidir en más inversión en promoción e impulso de la comercialización. Y en este contexto quiero recalcar la necesidad de aumentar la extensión de norma en el seno de la Interprofesional para que podamos seguir llevando a cabo nuevas y mejores campañas en el mercado interior y exterior.
Bajo mi punto de vista, la cuota que se paga a la interprofesional debería de ser más alta; y en estos momentos no se sube porque no hay acuerdo entre las partes.

Olimerca.- ¿Cómo están afrontando los exportadores el problema de los aranceles de EE.UU?
Antonio Gallego.- El problema de los aranceles tiene difícil solución. Sobre todo, porque es una cuestión que está vinculada a un proceso negociador al más alto nivel entre la Unión Europea y Estados Unidos.
Por eso desde Asoliva consideramos que el Gobierno español debería de hacer una mayor presión, tal y como han llevado a cabo operadores italianos, para conseguir la eliminación de unos aranceles que paga los platos rotos de otros sectores.

Olimerca.- ¿Qué mercados pueden compensar la pérdida de ventas a EEUU?
Antonio Gallego.–El mundo es muy grande y el potencial del aceite de oliva aún más. Pero el revés americano ha tirado por tierra el mercado donde más habíamos invertido en promoción en los últimos años. Pero esto no nos puede hacer tirar la toalla. Por suerte, empezamos a ver un repunte de la demanda de aceite de oliva en los países asiáticos. Son mercados donde el aceite de oliva gusta mucho, y si es español, aún más.
No podemos olvidar que el consumo de aceite de oliva va ligado al crecimiento económico de un país; y en los países asiáticos hay un enorme potencial. Por poner un ejemplo, las exportaciones de aceite de oliva español a Nueva Zelanda se han incrementado el pasado 2109 un 67,42%,  a China un 21% y a Japón un 78%.
Otro mercado potencial a destacar estaría en el continente africano, donde comenzamos a ver importantes crecimientos en varios países de este continente.