Olimerca.- ¿Qué valoración nos hace acerca de la respuesta de los olivareros a la contratación de los seguros al olivar y la aceituna?

Fermín Flores.- El sector del olivar pasa por una etapa complicada. Está trabajando de una manera excepcional, goza de una profesionalidad digna de resaltar y la calidad de la producción es excelente. Pero todo lo que tiene alrededor, es preocupante. A la pandemia que a todos nos preocupa, se le une la fuerte competencia de otros mercados, la incertidumbre de los precios, el Brexit, los aranceles del gobierno estadounidense…

Dentro de este contexto de preocupación, explicar a los olivareros que el seguro agrario es una inversión más dentro de su empresa, es complicado. Pero también ellos viven la otra realidad: la sequía, pedriscos, DANAS, borrascas… cada año más intensas y dañinas… y saben a la perfección que contar con una póliza de seguro agrario, les quita una preocupación. Si el clima no acompaña, y últimamente no lo hace, el seguro les protege. Por ejemplo, y por poner un dato sobre la mesa, en la pasada campaña, el olivar de Andalucía recibió 16,5 millones de euros en indemnizaciones. Es un dato que el sector conoce y valora de forma positiva, y por eso la respuesta es buena, pero seguimos trabajando para extender la protección, porque nos parece muy injusto que tan buen hacer, tanta profesionalidad y cariño, se arruine en unos minutos por una tormenta.

El olivar español nos hace sentirnos muy orgullosos, es un sector que da empleo y riqueza, que exporta y hace marca, que nos nutre, es un pilar de nuestra gastronomía… y seguimos trabajando junto a ellos para poner nuestras herramientas a su servicio, y por su futuro.

Olimerca.- Hemos vivido un verano muy tormentoso… ¿cuáles han sido los daños más importantes?

Fermín Flores.- Sin duda, las tormentas de finales de verano sobre Andalucía, Castilla La Mancha y Extremadura han causado muchos problemas y daños importantes en las cosechas de aceituna. En lo que llevamos de año, las indemnizaciones al olivar superan los 6 millones de euros, la mayor parte de ellas por los efectos del pedrisco, el viento o las lluvias torrenciales y en cambio, en otras zonas las carencias serán por la sequía que, si bien no ha sido tan grave como otros años recientes, estimamos que tendremos que añadir, en las próximas semanas, otros 10 millones de euros en compensación por los daños por falta de producción.

En Jaén, por ejemplo, sufren cada año el pedrisco en al menos siete comarcas. Doce municipios de gran tradición olivarera han tenido pedrisco en los tres últimos años de manera consecutiva. Hemos notado que esta inestabilidad meteorológica ha influido en la necesidad de los agricultores de cubrir estas pérdidas con un incremento de la contratación del módulo P del seguro. En 2019 ese aumento fue del 33% en el número de declaraciones, un 25% en superficie y un 42% de producción, respecto al año anterior.

Doce municipios de gran tradición olivarera en Jaén han tenido pedrisco en los tres últimos años de manera consecutiva


Olimerca.- ¿Cuáles son las cuestiones que frenan o reducen un mayor número de contrataciones?

Fermín Flores.- Las casuísticas pueden ser variadas. La existencia de titulares de parcelas cuya actividad agrícola no es la principal, es grande en este sector, lo que puede implicar un desconocimiento de todas las herramientas que están a su disposición. Otros agricultores pueden ver el seguro agrario como un gasto y no tanto como una inversión, como un input más de su empresa, como lo es la maquinaria, riego, abonado, etc.... Lo malo de un tractor es que, si se rompe, te supone un grave perjuicio económico, pero puedes comprar otro. Pero como una sequía o un pedrisco se lleve por delante tu cosecha, la base de tu trabajo, y no tengas seguro en vigor, no existe un plan B sin hacer mella en los ahorros familiares.

A lo largo de los años también notamos como la sensación de riesgo o de miedo de los olivareros está cambiado: las sequías de 2017 y 2019 y los fuertes pedriscos de los últimos años se han sentido muy fuertemente en el sur de España. Los fenómenos meteorológicos son cada vez más frecuentes y más intensos y los efectos del cambio climático ya una realidad. Por eso, notamos que el seguro agrario cada vez es más necesario y que el sector lo siente como una herramienta imprescindible para su presente y para su futuro.

Olimerca.- ¿Qué novedades y diferencias trae este año las líneas de seguro respecto a las del año anterior?

Fermín Flores.- La línea de aseguramiento de olivar permanece estable en estos últimos años. Mantiene su carácter bianual en los módulos 1A, 1B, 2A y 2B, y así se adapta a las características del cultivo, los olivareros pueden asegurar dos cosechas consecutivas, sin tener que pagar la póliza de golpe, fraccionándola.

En el caso del módulo P, se puede contratar para asegurar solo una cosecha. Además, hay que tener en cuenta que el seguro de olivar cuenta con un módulo P de otoño que incluye la cobertura de resto de adversidades climáticas para los daños ocasionados sobre los árboles.

Entre las novedades más interesantes, se incluye la posibilidad para aquellos agricultores que contraten el módulo 1A y 2A y quieran cubrir las pérdidas producidas con respecto al capital asegurado, la opción de elegir un garantizado inferior al máximo asignado en base a los históricos de resultados, y así reducir el coste del seguro.

Es algo que les permite, por ejemplo, a los agricultores con un garantizado del 70% puedan escoger entre el 70% y el 60%, y los agricultores con un garantizado del 60% pueden escoger también el del 50%, con límite máximo de indemnización del 40% sobre el capital asegurado.

El balance es muy positivo, porque significa que el olivarero ha entendido la utilidad del seguro agrario y además está satisfecho por el servicio

Olimerca.- ¿Cuál es el perfil del profesional que contrata un seguro agrario?

Fermín Flores.- El perfil es transversal, contratan desde grandes o medianas explotaciones, como agricultores más pequeños en tamaño. Pero si tengo que encontrar algo en común en ellos, es el alto porcentaje de oleicultores que repiten, porque un año aseguró su cosecha, sufrió un siniestro y el año siguiente, renueva el seguro. Esa sensación es muy positiva, porque significa que ha entendido la utilidad del seguro agrario y además está satisfecho por el servicio. En Agroseguro realizamos encuestas de calidad de manera continua y la satisfacción de los asegurados es muy alta. No nos conformamos, hay que mantener la calidad y mejorarla, innovar en los procesos, pero siempre con el impulso y la experiencia positiva de los últimos años.

Olimerca.- ¿Qué número de hectáreas cuentan en la actualidad con alguna línea de seguro en el olivar?

Fermín Flores.- Es complicado de calcular por el carácter bianual del seguro, que sirve para dos años, pero lo puedes contratar en cualquiera de los ejercicios. Pero si sumamos las superficies de los dos últimos años, ya superamos las 300.000 hectáreas. Suponen más de un millón y medio de toneladas de aceituna, y un valor, un capital asegurado, por encima de los 670 millones de euros. Hay margen de crecimiento, y trabajamos con el sector, las entidades aseguradoras y las administraciones públicas para que sea una realidad, y cada vez haya más hectáreas aseguradas y más olivareros protegidos.

Olimerca.- ¿Qué tipo de cultivo es más proclive a la contratación de un seguro: olivar de bajo rendimiento u olivar moderno?

Fermín Flores.- El olivicultor está más acostumbrado a diferenciar el cultivo por los marcos de plantación entre tradicional, intensivo y superintensivo.

El aseguramiento en la actualidad tiene su mayor contratación en el olivar tradicional, pues no hay que olvidar que es el que mantiene una mayor superficie de cultivo en producción.

En segunda posición estarían los intensivos y las de superintensivo, pues si bien es un modelo en actual expansión y aún no ha entrado mucha de la superficie plantada en producción, los rendimientos de estas explotaciones son mayores que las del tradicional. Además, se corresponde con un modelo de perfil más empresarial, con técnicos y personal especializado al frente, que han de dar cuentas de su buena gestión a la misma, no pudiendo dejar a los azares del tiempo el futuro de las mismas, por lo que esperamos que sean estas las opciones que en un futuro no muy lejano se convierta en seria competidora con la primera.