Olimerca.- Con la experiencia de 25 años desde el lado de la industria auxiliar y ahora como experto consultor y comunicador en el sector del aceite de oliva. Qué tiene este sector que engancha tanto

Juan Vilar.- En mi opnión, cuanto más y mejor conoces un sector, mayor es la vinculación que sientes por él; la familia que comporta la olivicultura internacional, aunque posiblemente tengamos nuestros defectos, comparativamente con otros ámbitos de actividad tienen circunstancias positivas dignas de destacar, es un sector de tendencias cambiantes, por lo tanto ello comporta años dificiles alternados con otros más fáciles, pero estable en cuanto a patrón valor. También la mayor parte de sus gentes mantienen una de las características más destacables del ser humano, y que no imperan en los tiempos que corren, los valores. Este es uno de los activos más importantes que conforma el balance del comportamiento personal.

Olimerca.- ¿Que le preocupa a nuestro sector en estos momentos?
Juan Vilar.- Aunque lo que más nos preocuopa a las personas son la salud y futuro, podemos hacer un simil si hablamos de empresas. De hecho, cuanto mayor sea el rango de conocimiento global que se tenga sobre tendencias, situaciones, evoluciones, etc. en el marco internacional; conjugado con una perfecta monitorización interna de la organización, más altas son las posibilidades de éxito, ya hablemos de personas o de empresas.
Por ello nuestro enfoque tiene que ir siempre hacia minimizar los efectos riesgo, y error. A partir de aquí, solo hay que saber donde se quiere ir, y sencillamente caminar hacia delante con las citadas premisas.
En nuestro sector no hay nada especialmente preocupante, simplemente hemos de ser incisivamente responsables en todos los eslabones de la cadena de producción, sobre todo desde el prisma de la seguridad agroalimentaria, ello es vital; y promocionar el producto mediante prescripción saludable y culinaria. Al mismo tiempo, no debemos olvidarnos de los olivares más deprimidos desde el punto de vista de la rentabilidad y por los que tenemos que hacer un esfuerzo que les dote de mayor competitividad.

Olimerca.- Qué cuestiones tendrían que tener presentes nuestros operadores del aceite de oliva, en un marco internacional, pensando en el futuro, para seguir siendo líderes en producción y comercialización

Juan Vilar.- El sector es como una liga deportiva, aunque no todos los operadores acaben jugando la Champion, ni compartan sus estrategias. Es por ello que las instituciones supraorganizacionales son responsables, y lo están haciendo, de generar un clima, un entorno adecuado para que los operadores, que son las empresas, para que desempeñen sus funciones de forma adecuada. El secreto es que el entorno se siga manteniendo, y que las empresas mantengan el mismo nivel de eficiencia que hasta ahora se está llevando a cabo.
Y por supuesto que hay camino para la mejora, pero actualmente la situación es más que satisfactoria para todos los ámbitos. Simplemente a medio plazo se plantea una amenaza y es la falta de competitividad de nuestra olivicultura con respecto a la que está evolucionando en el resto del mundo, ello requiere de forma urgente de un distintivo oficioso de singularización que permita a nuestros aceites, la mayor parte procedentes de olivares tradicionales, un valor añadido con respecto al resto, similar a lo que ocurre con los relojes en Suiza con respecto a los de otra nacionalidad, y sucede sean de la marca que sean.

El sector es como una liga deportiva, aunque no todos los operadores acaben jugando la Champion, ni compartan sus estrategias

Olimerca.- ¿Qué amenazas pueden acechar a nuestros productores?
Juan Vilar.- A medio plazo ninguna, pues el 83 por ciento de la aceituna de mesa se consumo donde se produce, mientras que lo mismo sucede con el 88 por ciento del aceite de oliva, por lo tanto, la expansión de la olivicultura internacional favorece a España, sin embargo, a medio y largo plazo, estos olivares, al ser más competitivos, acaban en épocas de exceso de oferta canivalizando nuestros mercados potenciales. La estrategia válida es la integración, transformación, diferenciación, y sobre todo el marco anteriormente mencionado un distintivo oficioso de singularización para los aceites elaborados en nuestro territorio.

Olimerca.- ¿Cómo valoras el posicionamiento de nuestro sector respecto a otros países?
Juan Vilar.- España ostenta los mayores rangos de conocimiento, experiencia, emprendimiento (en algunos operadores), además de contar con los aceites de oliva de mejor calidad, tecnología, olivares más productivos, etc. Sin embargo, la estructura de nuestros olivares en origen no los hacen competitivos en eficiencia, ni lideradgo en costes. Y es en este punto donde todavía nos queda mucho por hacer.

Olimerca.- Hacia donde puede ir, en el corto plazo, la innovación en este sector a nivel producción
Juan Vilar .- Actualmente existen dos formas de hacer rentables los negocios, una de ellas es mediante la optimización de costes, y ello se basa en la eficiencia y eficacia, especialmente procedente de fincas de elevada densidad; y por otro lado, vía margen por diferenciación o singularización productiva. Siendo las primeras las más sencillas de gestionar, con resultados incomparables; resulta más fácil adaptar un olivo a la tecnología existente, y que realmente funciona, que desarrollar una tecnología para un olivo centenario.
Por lo tanto para los olivares de alta densidad la tecnología seguirá mejorando, mientras que los olivares tradicionales de montaña requieren de innovación de producto que los haga competitivos por diferenciación, no existe ninguna otra alternativa que los conduzcan a una descategorización comercial que les permita vender algo más caro; y en liderazgo en costes, lamentablemente, no pueden competir.

Olimerca.- ¿Estamos preparados a nivel de las últimas tecnologías de comunicación y comercialización?
Juan Vilar.- La comunicación es un elemento básico y vital para impulsar la promoción. Como se ha dicho anteriormente esta herramienta es fundamental y forma parte indiscutible y necesaria de la diferenciación y la singularización; aunque en modelos de eficiencia es menos necesaria. Por supuesto que hay operadores que desempeñan dicha función de manera solvente y acertada, no obstante, hay que reconocer que la expresión sector no existe, ni es coherente, pues dentro de ese entorno conviven segmentos que viajan de forma distinta, y por consiguiente a diferente velocidad, y es por ello que gestionan tanto recursos, como estrategias, de forma diversa y dispar, y por tanto con distintos resultados.

Los olivares tradicionales de montaña requieren de innovación de producto final que los haga competitivos por diferenciación

Olimerca.- A nivel de comercialización algo está pasando en el mercado interior, cuando el consumo cae un 10% ¿a qué crees que es debido?
Olimerca.- Existen dos factores fundamentales de ralentización en el consumo, por un lado, los grandes productores como es el caso de nuestro país, entre otros, están sufriendo esa desaceleración de demanda, y ello se debe, en el largo plazo fundamentalmente, al cambio en los patrones de consumo (take away, eat and go, etc.) tales preferencias cada vez se alejan más del consumo de nuestros aceites; esta tendencia es de carácter estructural y es especialmente perniciosa para el sector, además dificil de neutralizar. Por ello son necesarias innovación, y fundamentalmente prescripción.
La segunda, de carácter coyuntural, viene dada por la evolución de precios, pero de forma gradual cederá en función de la elasticidad que la demanda manifiesta ante la evolución en la cotizaciuón de nuestros aceites.