Hace seis años, cuando Deoleo se encontraba inmersa en una de las crisis económica y financiera más galopantes a nivel empresarial, con pérdidas millonarias y con unos accionistas que miraban con incredulidad como día a día la compañía valía menos, costaba creer que se pudiera no sólo salir del bache, sino entrar en la senda de los beneficios. Hoy, se ve luz al final del túnel.

Olimerca.- ¿Cuál es su visión sobre las debilidades y fortalezas del sector del aceite de oliva español?
Ignacio Silva.- Tras un año en la compañía y después de haber podido conocer con más detalle los distintos operadores de la cadena de valor del aceite de oliva puedo afirmar que estamos en un sector apasionante que tiene las bases para ser un sector de éxito, aunque no lo sea tanto como nos gustaría. El conocimiento del aceite de oliva frente a otras grasas, no tan saludables, no termina de afianzarse y por eso el consumo sigue siendo muy pequeño.

Uno de los problemas es que los principales países productores, España e Italia, se han dedicado a mirarse el ombligo; y aunque destaquen por su calidad no hemos conseguido desarrollar este producto en el resto del mundo.

De alguna manera estamos en un sector que se mueve todos los años en una encrucijada: La producción aumenta año tras año y el consumo, aunque también en aumento, no mantiene el mismo ritmo de crecimiento.

España e Italia, se han dedicado a mirarse el ombligo, y aunque destaquen por su calidad no hemos conseguido desarrollar este producto en el resto del mundo

Para el sector español, este aumento de los países productores de aceite de oliva crea situaciones más complicadas. Antes, cuando hablamos de volumen hablamos de España, y ahora esto está cambiando. Si miramos a los países de alrededor de nosotros, Túnez, Marruecos, Turquía, Portugal e incluso Sudamérica, Uruguay, Argentina, Chile muchos de ellos no sólo han incrementado sus producciones, sino que también han apostado por una mayor calidad y todo esto hace que nuestro mercado pierda músculo.

La estrategia de los últimos años de colocar volúmenes a cualquier precio no está dando su resultado y estamos consiguiendo lo contrario, que es la banalización de la categoría. Se dan paradojas como que en países como en Italia, hay una parte pequeña de aceite de gran calidad, pero hay una gran parte donde las marcas privadas venden por debajo de la marca blanca para poder mantener sus cuotas de mercado.

En Deoleo, la calidad es nuestra exigencia máxima, porque sabemos que es la única forma de defender este sector

Olimerca.- Tras los ajustes financieros, Deoleo ha conseguido entrar en beneficios. ¿Se puede decir que la compañía está ya en la buena dirección?
Ignacio Silva.- Realmente es para mí una satisfacción muy grande haber podido alcanzar por primera vez en seis años unos resultados positivos. Ha sido un año muy intenso. Los resultados son el reflejo de lo que ha venido pasando en el segundo semestre del año y en este momento estamos en una situación sostenible a largo plazo, tras muchos trimestres sin lograr beneficios.

Esto ha sido posible gracia a las reformas financieras implementadas y sobre todo a la buena predisposición de los accionistas mayoritarios que han hecho posible la continuidad y un mejor futuro para Deoleo. Todo ello nos ha dado el soporte moral para impulsar el nuevo plan de negocio, a pesar del contexto muy complicado que hemos vivido

De momento, lo más importante es que contamos con un plan hasta el 2023/2024 aprobado por nuestros accionistas, con la nueva compañía Deoleo Global que estará en vigor en Julio de este año, tras la liquidación de la anterior sociedad y la ampliación de los 50 millones de euros.

Olimerca.- ¿Cuál es el actual enfoque de la compañía en el posicionamiento de sus primeras marcas de aceite de oliva?
Ignacio Silva.- Deoleo cuenta con las marcas de los aceites de oliva más importantes del mundo y que además están presentes en 75 países, con muchos modelos de éxitos. Se puede decir que de las cinco primeras marcas dos o tres son de nuestra casa.

Este posicionamiento es posible gracias a que nuestra estrategia se basa en cuatro pilares: La calidad, las marcas, alcance global y la generación de valor. La calidad: este punto es tan importante para nosotros que podemos decir que somos la compañía que compramos el aceite más caro que lo que se compra habitualmente en el mercado. La calidad tiene un precio y nosotros la valoramos

Las marcas y el alcance global: El hecho de que nuestras primeras marcas estén presentes en los lineales de muchos países nos obliga a que en cada uno de ellos apliquemos estrategias diferenciales en función del consumidor. Nuestra marca Bertolli no tiene el mismo posicionamiento en Italia que en Estados Unidos, o la imagen de Carbonell en España que en República Dominicana. Gracias a estos distintos enfoques en un contexto global hemos conseguido un mejor posicionamiento de nuestras marcas en todo el mundo, ajustadas siempre al roll del consumidor y su poder adquisitivo, algo que nos ha dado muy buenos resultados en 2019. A eso le llamamos generación de valor.

La calidad es tan importante para nosotros que podemos decir que somos la compañía que compramos el aceite de oliva más caro

Olimerca.- Respecto a la seguridad jurídica al comercializar los aceites de oliva envasados, ¿qué postura es la que defiende Deoleo?
Ignacio Silva.- Estamos ante un sector muy complejo con un producto que evoluciona respecto a su calidad con el paso del tiempo y donde siempre se trabaja con muy bajos márgenes comerciales. Sabemos que el aceite de oliva envejece mal, y por ello todos tenemos la obligación de ofrecer la máxima garantía de que el producto conserva sus características de calidad por determinando tiempo y en función de éste fijar el precio para toda la vida del producto.

En Deoleo, la calidad es nuestra exigencia máxima, porque sabemos que es la única forma de defender este sector. Y en este sentido, consideramos que ya existen métodos físicos químicos muy desarrollados que nos permiten asegurar la misma durante la vida útil de nuestros aceites.

España tiene el mejor aceite de oliva y el de mayo estabilidad del mundo. Y hay que defenderlo con uñas y dientes. El hecho de que se hable de mayores exigencias en nuestros aceites envasados es una manera de decirle al consumidor que cuando compra nuestras marcas le damos la máxima calidad al precio justo de su elaboración.

La autoregulación debería de ser la clave en la categoría, y cuando esta no funciona debería de ser la administración la que entrase. No todos tienen los mismos objetivos y por ello es la administración la que tiene que entrar a regular. Sólo hay que ver el gran trabajo que hizo la administración con el jamón o con el vino, y con el aceite habrá que exigirle lo mismo que han hecho con otros sectores

Nuestros proveedores tienen que garantizarnos la máxima calidad y la estabilidad que necesitamos en el suministro, y por ello Túnez no entra entre nuestros mercados

Olimerca.- ¿Cómo están afrontando la imposición de los aranceles al aceite de oliva envasado por parte de EEUU ?
Ignacio Silva.- Aunque los aranceles de EE.UU al aceite de oliva español envasado está teniendo importantes repercusiones en el conjunto de exportadores, en el caso de Deoleo nos ha afectado en exceso. Nuestra firma importa todos los años partidas de aceites de otros países, y en esa línea nos hemos mantenido en estos seis meses desde la imposición de aranceles. Nuestros proveedores tienen que garantizarnos la máxima calidad y la estabilidad que necesitamos en el suministro, y por ello Túnez no entra entre nuestros mercados, y mucho menos para el aceite envasado que se envía a Estados Unidos.

Olimerca.- ¿Cabe en el futuro nuevas estrategias en el mercado de EE.UU?
Ignacio Silva.- A raíz de la presión que ejercen los lobby americanos, desde hace mucho tiempo, para defender sus producciones de aceite de oliva, todos los industriales hemos analizado alguna vez instalar allí alguna planta, pero al final son más los inconvenientes que las ventajas. Por un lado, no se trata tanto de inversión en fábricas como de coste de la materia prima allí, que es más elevada, la mano de obra, los altos costes en logística y transporte, sobre todo los de carretera….
Para nosotros es más operativo alcanzar alianzas con operadores americanos y por eso no descartamos analizarlas de cara al futuro.

Esta entrevista es un extracto de la que podrán leer integra en nuestra próxima edición de Olimerca en papel