Olimerca.- Desde hace unos días está circulando por las redes sociales un vídeo elaborado por El Comidista, Mikel Lopez Iturriaga, que pretende informar supuestamente sobre cuáles son los mejores aceites de oliva virgen extra en el mercado español y para ello ha recurrido a Montse Freixa, presentada como “sumiller de aceites”, para que valore entre distintas marcas de AOVE cual es el mejor.

En el análisis se valoran AOVEs elaborados por firmas muy reconocidas como Borges, Acesur, Mercadona, Deoleo, Oleoestepa, entre otros, con términos muy subjetivos y escasamente profesionales, incluso con comentarios muy despectivos para muchas de las marcas analizadas.

Un video que se ha convertido en viral en todas las redes sociales y que deja un poso tan negativo en el consumidor que difícilmente se podría compensar con ninguna campaña de promoción. Acciones como estas sin duda que reforzarán la banalización que se hace del análisis sensorial de los aceites virgen extra.

Frente al daño y al desprestigio que estas acciones están suponiendo para el conjunto del aceite de oliva y dado que en la actualidad desde el Ministerio de Agricultura se está trabajando en mejorar la percepción de los Aceites de cara al consumidor, sería muy adecuado que también se pudieran marcar unas pautas para que las clasificaciones y valoraciones de los aceites de oliva, que se llevan a cabo de manera particular, se tengan que realizar por verdaderos equipos de profesionales. 

No es suficiente con que una persona, sea o no profesional de este sector, pueda lanzarse a valorar de manera subjetiva los aceites de oliva, cuando en la actualidad ya existe una norma que regula esa labor de catalogación y que debe de llevarse a cabo por un conjunto de ocho expertos en análisis sensorial que están perfectamente formados y entrenados.

Mientras sigamos utilizando al aceite de oliva como producto reclamo para generar visitas en las redes sociales, mientras se sigan valorando a los AOVE sin contrastar las opiniones personales de uno, seguiremos asistiendo a un daño irreparable para el conjunto de todo el sector del aceite de oliva y aquí parece que no pasa nada.

Quizás es el momento de decir que con el aceite de oliva no todo vale. Por favor, seamos más profesionales