Olimerca.- Si hay un sector donde las empresas se pasan todos los años afirmando que el negocio no es rentable, ese es el del aceite de oliva. Un producto agroalimentario que a pesar de ser denominado en ocasiones como el “oro líquido” en muchas ocasiones es objeto de muchos quebraderos de cabeza, tanto del lado de la producción como de la comercialización.

Lo más curioso es que, a pesar de que muchos afirman su escasa rentabilidad, por diversas razones, y con los vaivenes de los precios, las empresas van ajustando como pueden sus estrategias a los cambios del mercado e intentan mantener sus posiciones en lo mercados.

Fruto de esas estrategias, en los últimos 15 años hemos asistido a algunas transformaciones empresariales que han provocado tremendos movimientos en las posiciones de liderazgo que muy pocos podían considerar que fuera posible.

Recordar como a comienzos de siglo el Grupo Koipe mantenía año tras año un sólido liderazgo, y ahora tan sólo tenemos que mirar los modelos de desarrollo y posicionamiento implementados por firmas como Deoleo, Sovena, Grupo Migasa, Acesur, Grupo Dcoop, Borges Int. Group … para poder comprender medianamente por donde puede ir el futuro de las empresas y del sector.

Y es que no hay peor remedio para una enfermedad que no afrontar el problema desde el origen, dar bandazos buscando soluciones que no aportan mejoras o no querer ver la dimensión de los errores cometidos en el pasado para no repetirlos.

En momentos de bonanza, cuando el mercado funciona y el consumidor es más fiel al aceite de oliva y a sus marcas preferidas es cuando el empresario tiene que trabajar por no perder esa fidelidad. La competencia del sector es cada vez más fuerte, sobre todo con la entrada en el proceso de comercialización del sector cooperativo, es por ello que hay que acertar con estrategias, un buen proceso de comunicación con el consumidor, apostando siempre por la calidad y precios justos y estables.

El liderazgo de una empresa o de una marca, incluso de las marcas de la distribución, puede cambiar de la noche a la mañana, y si es difícil mantenerlo, es más complicado recuperarlo.

Nieves Ortega - Directora de Olimerca