Olimerca.- El último trimestre del año podría presentar un balance negativo para el conjunto de los industriales envasadores de aceite de oliva, y echaría al traste las ligeras mejoras que se mostraron en los primeros seis meses del año en relación a la evolución del consumo de aceites en los lineales de la gran distribución.

La clave de este balance algo pesimista la encontramos en dos variables: El despliegue tan importante de acciones promocionales de aceites de oliva en formatos de cinco litros en los principales centros comerciales, durante el mes de octubre; y que los centros de Mercadona están dando cada vez más mayor relevancia a los envases de tres y cinco litros, frente al convencional envase de un litro.

Así, el sector industrial envasador muestra su preocupación por las cifras con las que se va a cerrar el año, que sin duda van a ser malas; dado que el consumidor que apuesta por los formatos de mayor volumen no vuelve a la tienda a comprar aceite de oliva hasta pasado dos meses.

En consecuencia, los mayores volúmenes que se han dado salida en octubre van a suponer una paralización coyuntural en el consumo doméstico de aceite de oliva, lo que también repercutirá en una menor necesidad de comprar en origen.

Eso ya se observa en el campo, donde la demanda de graneles se ha ralentizado esta semana, tanto por parte de operadores nacionales como de otros países, que esperan algún nuevo ajuste a la baja en los precios.

Por último, mencionar que del lado de la producción se mantienen la calma, prácticamente con una tarifa plana de los 2 euros para los aceites viejos, y más pendientes de la presentación de las licitaciones que se abren el día 21 de noviembre.