Oliemrca.- Tras el susto de los aranceles al aceite de oliva, las aceitunas de mesa y otros productos agroalimentarios, por parte del gobierno de Trump, todavía podría caber salidas airosas si nuestros políticos se preparan para ello.

Y es que, en opinión de expertos en comercio exterior de Estados Unidos, ciertamente hay margen para negociar, porque no debemos olvidar la importancia histórica de la relación comercial entre los EE. UU. y la UE.

Estos expertos han apuntado a Olimerca que una cuestión que debería de considerar la Unión Europea es la posibilidad de reducir el arancel sobre los aceites de oliva de los EE. UU., que en estos momentos es muy alto; por ser una medida proteccionista, todo ello refuerza la justificación para imponer un arancel a los aceites de oliva que entran en su mercado.

Por otro lado, en los últimos días circulan comentarios acerca de que la administración Trump estaría dispuesta a negociar con los países afectados de manera individual, lo que puede ser una de las razones por las que los aranceles apuntan a exportaciones importantes de países específicos (por ejemplo, aceite de oliva y aceitunas de España, queso de Italia, whisky del Reino Unido y vino de Francia) en lugar de aplicar los aranceles a los productos independientemente de su origen.

Además, todavía cabe la posibilidad de que el gobierno americano decida utilizar un enfoque de "carrusel" para los aranceles, como se ha sugerido, y que significa que pasados los primeros 120 días de la aplicación de los mismos el gobierno de EE.UU pueda optar por diferentes alternativas: subir los aranceles hasta el 100%, bajarlos, o incluso suprimirlos al aceite de oliva e imponerlos a cualquier otro producto. Lo que podría significar un fin anticipado del arancel sobre el aceite de oliva. De momento, hay demasiadas variables para dar una buena respuesta.