Linea de envasado

Olimerca.- La última semana del mes de abril se ha cerrado en el mercado del aceite de oliva con el mismo ritmo de operaciones de compra-venta de las semanas anteriores y con la misma estrategia por parte de la oferta: ceder algo en los precios de los aceites para refinar y mantener muy firmes los precios de las categorías virgen y virgen extra.

Y es que, aunque en el conjunto del sector hay mucho aceite almacenado, tanto en las bodegas de las almazaras como en las de los industriales envasadores, gran parte de ese aceite corresponde a la categoría lampante, y todo ello sin contar que las 200.000 toneladas que hay retiradas hasta el verano también son para refinar, con lo que ahora mismo es más fácil una negociación a la baja en esta categoría; mientras que los vírgenes extras, que ya escasean en muchas zonas productoras, la negociación a la baja es mucho más difícil, y el que busca un producto premiun no pone reparos en pagar incluso por encima de los 2.35€/kg.

De alguna manera se confirma la progresión que ya veníamos adelantando en semanas atrás. Hemos tenido un mes de abril de lujo en cuanto a lluvias y temperaturas suaves y el campo presenta su mejor aspecto desde hace muchos años (aunque siempre habrá algún territorio que el cielo no le ha dejado lo suficiente) y los agricultores ahora rezan para que no llegue alguna ola de calor en mayo que agoste la trama y tire por tierra las mejores ilusiones.

La mejor noticia es que, a pesar de los bajos precios, el conjunto de operadores mantiene la calma y consigue que se mantengan los diferenciales de precios entre las distintas categorías. No era de justicia lo que hemos visto años atrás con cotizaciones de aceites virgen extra cinco y diez céntimos por encima de los lampantes.