Olimerca.- El sector empresarial relacionado con el aceite de oliva está recibiendo  estos últimos días una gran cantidad de rumores y contra rumores, desde muy distintos medios de comunicación, que más que dar respuesta a sus dudas están creando mayor confusión sobre lo que sin duda es también su futuro empresarial.

No nos extraña que a nuestro ministro de Agricultura le preocupe el tema: Deoleo es la empresa líder española en el exterior, representa a marcas líderes en el mundo y  en consecuencia es uno de los mayores operadores de aceite a granel en nuestro mercado y del que dependen muchas cooperativas  y almazaras españolas.

No podemos olvidar que todo lo que pase en Deoleo, tanto bueno como malo, la primera derivada se traslada a los movimientos de compras de aceite de oliva a nuestros productores.

Por eso no es de extrañar que, según opiniones recogidas personalmente por la revista Olimerca durante la celebración de Alimentaria, más del 60% de almazaras y cooperativas encuestadas opinen que su máximo deseo acerca del futuro de Deoleo es que la firma o empresas que entren lo hagan con una clara estrategia profesional, que de estabilidad a la compañía y sobre todo que entre con un capital suficiente que no sólo permite tapar agujeros, sino que en un breve espacio de tiempo ponga orden en el negocio y siente las bases para relanzar la compañía.

Con todas las repercusiones, políticas y económicas, que están teniendo las negociaciones para sanear Deoleo, en estos momentos hay algunos interrogantes a los que muchos buscan respuestas:

1) ¿Por qué Ebro sale de Deoleo, donde la SEPI tiene un 10% de la sociedad, si de lo que se habla es de mantener la españolización de la empresa incluso dando entrada a una participación de la SEPI?

2) ¿Por qué Bunge parece ser que ha abandonado el proyecto de entrar en Deoleo, cuando es una firma que conoce muy bien el mundo de los aceites a nivel internacional y tuvo hace años una importante presencia?

3) ¿Por qué entre los grandes industriales envasadores y comercializadores no parece que haya muestras de interés por entrar en el negocio de Deoleo? Será por el endeudamiento de la compañía o la falta de financiación de los bancos?

4) Por qué no se orquesta una operación similar a la que se articuló hace 12 años cuando Aceites del Sur (familia Guillén) tomó el control de Coosur. Quizás porque estaríamos hablando de una solución parcial (grupo de control con varios actores) que no solucionarían los problemas de forma definitiva y en poco tiempo volverían  a estar sobre la mesa.

De momento la opción que desde el Ministerio se ve como más viable para darle salida circunstancialmente al atolladero en el que se encuentra Deoleo es que la SEPI se haga con el 10% de la sociedad, que unido al casi 10% que tiene el Grupo Dcoop podría servir de punto de partida para iniciar con más calma la reorganización de la sociedad con nuevos operadores.

Y es que Deoleo necesita cuanto antes establecer un grupo accionarial de control, firme, estable y duradero, interesado por el sector, con solvencia económica y que reconduzca la deuda financiera y asegure el futuro de las marcas, tanto en el mercado nacional como en el exterior.

En cualquier caso, hay que recordar que el valor en bolsa de la acción es hoy de 0,42 euros, la empresa vale 490 millones de euros, el coste pagado por las marcas Koipe, Koipesol, Carbonell, Elosua, Salgado, Minerva, Carapelli, Dante, San Giorgio, Bertolli ascendió a 1.300 millones de euros…. 

Cifras que podrían indicarnos el estado actual de la sociedad y la posible revalorización que podría tener en el futuro, bajo un estricto modelo de gestión y profesionalidad.

La cuenta atrás ha comenzado y esperemos que pronto se vislumbren verdaderas alternativas de futuro.