Olimerca.- El excesivo empleo de los insecticidas químicos para el control de la mosca del olivo durante más de 50 años ha causado importantes efectos sobre los ecosistemas y la salud humana. Por otro lado, el empleo reiterado de un número muy limitado de materias activas ha hecho que la mosca  del olivo desarrolle resistencia a las mismas, lo que se ha traducido en una pérdida de eficacia de algunos insecticidas como organofosforados, algunos piretroides y más recientemente el spinosad.

En este contexto, los investigadores Enrique Quesada Moraga, Meelad Yousef e Inmaculada Garrido Jurado (Universidad de Córdoba. E.T.S.I.A.M. Departamento de Ciencias y Recursos Agrícolas Forestales)  llevan varios años trabajando en la búsqueda de nuevos métodos de control de B.Oleae eficaces y respetuosos con el medioambiente, demostrando que el empleo de hongos entomopatógenos presentan múltiples ventajas.

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