Olimerca.- Aunque en España se ha consumido en los últimos años una media de 850 Mt de grasas vegetales, la tendencia actual, y de acuerdo a los datos del Panel de Consumo del MAGRAMA, se observa una reducción progresiva que podría situarse en valores próximos a los 800 millones de litros, quedando ya lejos la cifra de más de 900 millones superada entre los años 2005-2006 (21,0 l de aceite per cápita, 12,5 l de aceites de oliva).

Según recoge Alfonso Montaño, responsable de proyectos de I+D+i del CTAEX, en el anuario de Caja Badajoz, mientras que el consumo de grasas en los hogares españoles se puede cifrar en una media entre 2005-2014 de 614 millones de litros, se observa una disminución del consumo de aceites y grasas vegetales desde 2009, situándose la demanda en 2013-2014 en 13,3 litros per cápita mientras que en 2005-2006 era de 14,2 per cápita.

Dentro de ese volumen de aceites, son los de oliva el grupo de grasas
que mayor consumo presenta, con una media en 2005/2014 de 429,0 millones de litros, 9,5 litros per cápita, lo que representa el 69,8% de las grasas consumidas. A continuación le sigue el aceite de girasol, con un consumo medio de 159,8 millones de litros, 3,6 l per cápita y un 26,0% de cuota de mercado.

El consumo de otras grasas vegetales es residual, cercano a los 4 millones de litros (0,7% de cuota mercado) mientras que el de aceite de orujo de oliva, se situaba en 2013-2014 en un 32% de las cifras de 2005-2006. Los aceites denominados “de semillas” (maíz, soja y mezcla de semillas) poseen un consumo de 30.185 t en 2013/2014 (5.0% de cuota de mercado) en los hogares españoles.

Dentro de la categoría de aceites de oliva, es importante diferenciar entre los diferentes aceites de oliva vírgenes (AOVs) y el aceite de oliva (AO). En los últimos años se puede observar una tendencia a reducirse el consumo de AO, pues se ha pasado de una cuota de mercado del 48,4% en 2005-2006 al 38,3% en 2013-2014. Este descenso se considera que no ha sido por una pérdida de consumidores que prefieran algún aceite de semilla, sino porque se han transferido la demanda hacia los AOVs.

Este hecho se ha observado en los últimos años con una pérdida de volumen de aceite de oliva equivalente al volumen incrementado de consumo de AOVs. Este aumento ha sido superior a 70 millones de litros entre los bienios 2005-2006 y 2013-2014, un incremento del 58% del volumen. La pérdida de aceite de oliva ha sido superior a 67 millones de litros en dicho periodo. Los motivos se pueden encontrar en una mejor valoración del consumidor de las propiedades hedónicas (sabor y olor) y nutricionales (mayor propiedades antioxidantes y cardioprotectoras) (Keys, et al, 1986).

El informe también recoge el aumento de la demanda de los aceites de oliva vírgenes extra ecológicos, que ya han superado las 600 t en el bienio 2014-2015.