Olimerca.- Todavía existe un gran abismo entre el sector restaurador y el aceite de oliva.  Mientras que de puertas para afuera muchos profesionales del canal horeca se declaran ser unos auténticos defensores y enamorados del aceite de oliva, de puertas para dentro el 70% del volumen de aceites que consumen son de girasol o de semillas.

Así lo ha afirmado Joaquín Vendrell, Jefe de Compras de la cadena Makro, durante su intervención el II Congreso QV!Extra que se ha celebrado en Toledo del 15 al 16 de Marzo.

Una de las principales conclusiones de Vendrell fue que el cliente profesional que se aprovisiona en Makro se mueve, antes que nada, por rentabilizar al máximo su negocio y cuando se acerca al lineal sólo busca precio y precio, por lo que la demanda de aceite de oliva virgen extra en los puntos de Makro sólo supone el 12,4% del total de las ventas en volumen de aceites vegetales.

Y es que según el Jefe de Compras de Makro, en el sector de la hostelería y restauración todavía sigue existiendo un gran desconocimiento, en gran medida provocado por la denominación de llamar a todo aceite de oliva (refinado, orujo, etc). Por ello, Vendrel opinó que la legislación debería de ser más clara, que fuera más fácilmente comprensible para el consumidor y no permitiera nuevas acepciones en el etiquetado.

Por último, Vendrell destacó el esfuerzo que están haciendo desde hace tres años en los centros de Makro por promocionar y difundir las distintas calidades del aceite de oliva virgen extra a través de sus talleres con clientes profesionales y el restaurador Firo Vazquez.

En la actualidad Makro cuenta con un surtido de 300 referencias de aceites de las que el 55%  son de aceite de oliva virgen extra y el 21% es de girasol y otras semillas. Una cifra que demuestra la clara apuesta de Makro por la difusión del aceite de oliva y la promoción del mismo entre los profesionales de este importante sector.

Gracias a esta labor, en muchos restaurantes y otros puntos de restauración ya podemos encontrar botellas irrellenables de AOVE; aunque todavía queda por mejorar que los tapones sean realmente inviolables para evitar tentaciones de volver a rellenar las botellas.