Olimerca.- A escasos cuatro días para que finalice el plazo de presentación de ofertas vinculantes para hacerse con el 31% del accionariado de Deoleo , el Ministro de Agricultura Arias Cañete ha roto su silencio y ha declarado a los medios de comunicación, el pasado 28 de marzo, que “está muy pendiente del proceso de venta de las acciones de Deoleo porque es una empresa estratégica para el sector del aceite español”.

Además, Arias Cañete ha manifestado que desde su Ministerio se está realizando un seguimiento de la operación para “comprobar que los proyectos que estén encima de la mesa se ajusten a la inquietud del Gobierno, que no es otra que la de conseguir que Deoleo tenga un proyecto serio, riguroso y ambicioso que permita contribuir a que la producción del aceite de oliva español mantenga sus posiciones en los mercados exteriores y defienda los intereses de los productores españoles".

Y en esta misma línea se encuentra la mayoría de las opiniones recogidas por la revista Olimerca en una encuesta realizada durante los últimos 30 días a través de su web: www.olimerca.com. Concretamente, el 55,5% de las respuestas recibidas coinciden en señalar la necesidad de una dirección estable y de confianza en Deoleo que garantice su continuidad en el futuro; mientras que el 23% opina que la empresa debería de mantener su titularidad española con un núcleo mayoritario y estable.

De alguna forma Arias Cañete coincide con la opinión general del sector de los aceites de que Deoleo no sólo tiene que estar bien gestionada y que recupere su estabilidad financiera, sino que además debe mantener la titularidad en manos de empresas o grupos inversores españoles.

Las palabras del titular de Agricultura no dejan lugar a dudas: “vamos a defender que Deoleo no sólo no pase a manos de empresas italianas, sino que además queremos que cualquier empresa que gestione Deoleo tiene que mantener unido todo su patrimonio y seguir potenciando las marcas españolas como Carbonell en los mercados exteriores, donde hay más valor añadido, como es el caso de Estados Unidos".
Y llegados a este punto, la postura del gobierno es clara y ahora llega el momento de que las empresas españolas recojan el guante lanzado por Arias Cañete porque el tiempo se acaba. 

Al ministro le preocupa la calidad de los fondos de inversión que pujen por Deoleo, porque no quiere operaciones pelotazo de entrada y salida rápida, sino grupos de inversión "que se integren en la gestión de la compañía, aporten valor añadido y puedan permitir exportar con más potencia".

El plazo finaliza el miércoles 2 de abril y será entonces cuando el banco JP Morgan, que tiene el mandato para la colocación del 31,3% de las acciones, haga una primera selección.

¿Y cómo podría llevarse a cabo una entrada de empresas españolas relacionadas con el sector de los aceites?, desde mi punto de vista el punto de partida debería de ser que las empresas interesadas adoptasen una decisión de consenso en la misma línea que el gobierno.

Una de las opciones en estos momentos podría pasar porque el 51% de las acciones se quedaran en manos de algún grupo español, aunque esta opción sería algo complicado por la dimensión de la operación y el riesgo actual.

La opción B pasaría por que un grupo de accionistas, con los mismos intereses en defensa del aceite de oliva español, se sindiquen y puedan hacerse con ese 51%, al que se uniera el Grupo Dcoop (solo o acompañado por otros) que podría hacerse entre un 15/20% de las acciones; el otro 20% de las acciones podría ser controlado por empresas españolas donde podría entrar la Sepi, aunque fuera de manera transitoria; y el 10% restante podría seguir en manos de Unicaja, entidad financiera muy vinculada a Andalucía, sin problemas, que entro en la antigua Koipe hace ya más de 14 años, cuando Koipe ya dio un paso firme en la españolidad de la empresa, haciendo que los italianos de Montedison vendieran un 30% de su participación a socios españoles.

Sin olvidar que uno de los más grande envasadores hoy en España, Sovena, se está haciendo progresivamente con los activos de Deoleo (fabrica de Andujar) y podría también estar aspirando a una cuota directa en Deoleo.

Con el escaso margen de actuación es hora de que el sector español reaccione de forma rápida y busque estrategias de consenso en defensa de las prestigiosas marcas españolas Carbonell y Koipe y eviten el despiece de la compañía Deoleo que, aunque fuese una mala solución sería la mejor entre las peores. Al menos, las marcas Carbonell y Koipe activos importantes y con gran potencial de desarrollo se quedasen en manos españolas.