Olimerca.- Tras diez días de stand-by en el mercado del aceite de oliva, donde los industriales envasadores y los importadores italianos se han mantenido en un compás de espera en la formalización de nuevos contratos de compra, pendientes de conocer los datos casi definitivos de la producción nacional en esta campaña, ahora de nuevo surgen los interrogantes sobre qué puede pasar en el mercado en las próximas semanas.


Con los datos conocidos del mes de febrero, que reflejan un volumen de 1.229.000 toneladas de aceite de oliva nuevo en esta campaña, surge el interrogante de cómo van a reaccionar los productores a la hora de comercializar sus aceites, a sabiendas de que España difícilmente llegará al millón trescientas mil toneladas y que Italia va a seguir llegando a nuestro mercado.


A partir de ahora hay tres factores determinantes en la evolución de precios.

  • La llegada de la lluvia al campo 
  • La evolución de las salidas de aceite
  • La repercusión del incremento de costes en el lineal

Si lloviese en estos próximos tres meses de manera importante generaría una mayor tranquilidad entre agricultores y productores, pensando en la próxima cosecha que podría llegar a los 2 millones de toneladas. Y probablemente podría flexibilizar la oferta de cara al verano.


Si las salidas de aceite cayesen, con las nuevas subidas de precios, estaríamos en puertas de un cierto sostenimiento de las cotizaciones en origen.


Y por último, la actitud del consumidor. Ante un precio superior a los cinco euros está demostrado que es una barrera que todavía no está asumida y provocaría un desvío hace otras grasas vegetales.