Olimerca.- El mercado del aceite de oliva en los primeros días del mes de febrero muestra una línea plana en lo que se refiere a operaciones de compra-venta. Una línea plana que está provocando una alta tensión en el lado de la producción ante la retirada absoluta de Italia de nuestro mercado y el escaso interés de los operadores nacionales.

Esta apatía en el lado de los industriales envasadores se justifica porque en estos momentos se encuentran digiriendo las importaciones de las 16.000 toneladas de aceite que llevaron a cabo en Diciembre, procedentes de Túnez, a lo que se une una gran distribución que se toma con calma el cerrar nuevos contratos de compra.

De alguna manera podemos hablar de que se ha producido un tapón en nuestro mercado y que ya se ha visto reflejado en los precios en origen, sobre todo en los de las categorías inferiores, como lampantes y vírgenes.
Por otra parte, ante estas circunstancias el conjunto de operadores ha preferido tomarse un respiro y no mover ficha hasta conocer los próximos datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) que se conocerán la próxima semana.

Hay ganas de conocer cuáles van a ser los volúmenes de producción que se han obtenido en Enero, y sobre todo saber cuales han sido las salidas para tener las cosas claras de cara a tomar medidas, pensando en la próxima evolución de los precios.

Lo que es una realidad es que otra semana más volvemos a ver reajustes a la baja para los aceites de calidad inferior, y ya son muchos los que no dudan en afirmar que no se ve el suelo para los lampantes y vírgenes este año. Así, se abre de nuevo la horquilla diferenciadora de los precios entre los extras que cuando son de calidad se pagan por encima de los 3,60€/kg.

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