Olimerca.- Tras el envío del borrador, por parte de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucían a las organizaciones agrarias, de la orden con las bases reguladoras para la concesión de subvenciones a las medidas agroambientales y clima, incluida en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía 2014-2020, la organización Asaja-Córdoba ha mostrado su malestar por cómo se están llevando a cabo el procedimiento.

Pese a que el denominado “botton up”, la máxima que la Unión Europea exige a las políticas de desarrollo rural y que obliga a que todas las medidas se consensuen con los agentes implicados, la redacción de la presente orden ha venido marcada por la falta de transparencia y de consenso con las organizaciones agrarias, que se han visto prácticamente excluidas de la fase de propuestas y elaboración técnica, por lo que las medidas y los requisitos que figuran en el borrador que han remitido en esta fase de alegaciones son claramente mejorables.

De hecho, el endurecimiento de los requisitos y el descenso de los importes fijados para muchas de las medidas pueden desanimar a los agricultores, que tendrán que “echar números” antes de suscribir compromisos tan exigentes para un periodo de cinco años.

Con relación al periodo 2007-2013, los agricultores de la provincia de Sevilla resultan especialmente perjudicados, puesto que por unas razones o por otras, muchos quedan directamente excluidos de las nueve medidas programadas y otros tienen muy difícil suscribir los compromisos planteados.

Así, para el olivar de aceituna de mesa, de enorme valor medioambiental pero en claro riesgo de abandono por falta de rentabilidad, no se ha planteado ninguna medida concreta. Respecto a las explotaciones de olivar de baja pendiente en cuencas vertientes a embalses de consumo humano o situados en zonas de Red Natura han perdido la opción de solicitar esta ayuda, ya que en el nuevo marco sólo podrán pedirla aquellos olivares que además cuenten con una pendiente superior al 8%.

Por su parte, los agricultores sevillanos que cultiven cereales, oleaginosas y proteaginosas en las campiñas esteparias de especial interés para las aves, las denominadas zonas ZEPAS, contarán con una ayuda que estará supeditada al retraso de la cosecha al 30 de junio, una medida incumplible en nuestras campiñas, donde el adelanto del verano propicia la maduración temprana de los cereales, por lo que difícilmente podrá cuadrar su cuenta de resultados un agricultor que deje en el campo la cosecha más allá del 10 de junio.

El presupuesto que destinará la Junta para estas medidas financiadas por el fondo FEADER de la Unión Europea y cofinanciadas por la Junta de Andalucía y el Ministerio de Agricultura es de 230 millones de euros para un periodo de cinco años.

Esta orden, aún en fase de alegaciones, regula las ayudas a las que podrán optar los agricultores y ganaderos que suscriban un compromiso quinquenal para desarrollar en sus explotaciones medidas que redunden en una mejora general del equilibrio medioambiental, que contribuyan a la lucha contra el cambio climático y que conjuren el riesgo de abandono de las explotaciones.