Olimerca.- La polilla del olivo es una de las plagas que puede afectar al olivar en los próximos días, tal y como ha constatado la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andaluza, RAIF, tras realizar las correspondientes labores de monitoreo, sobre lo que en Olimerca hablábamos la semana pasada (ver noticia aquí).

Y dado el interés generado por este tema, y para ampliar la información, nos hemos puesto en contacto con expertos de la propia RAIF que nos han señalado que, por el momento, no puede saberse si este año hay más riesgo que en anteriores, ya que esto dependerá de las temperaturas que se den en los próximos días, así como del estado de la población.

Morfología

La polilla del olivo es un microlepidóptero distribuido por toda la Cuenca Mediterránea y perfectamente adaptado a su principal huésped, el olivo. Sus tres generaciones anuales se desarrollan en tres órganos vegetativos diferentes: la flor, el fruto y la hoja. Su incidencia varía según las campañas.

Los daños producidos por la generación filófaga (primera generación) de este insecto son inapreciables, en este caso, se alimenta de las hojas. La generación antófaga (segunda generación) se alimenta de flores y aparece entre los meses de  abril y mayo, y la tercera generación o generación carpófaga se alimenta del hueso. En este caso, las mariposas de la generación anterior depositan los huevos en el cáliz o sus proximidades y las larvas recién avivadas penetran en el interior del fruto, buscando el hueso. El daño más grave se produce a partir de septiembre, cuando la larva, al salir del fruto, hace que éste se caiga.

La temperatura es uno de los aspectos que favorece la propagación de esta plaga en el olivar, así como la fenología del cultivo o la población de años anteriores.

Para el seguimiento y estimación del riesgo en el olivar se recomienda realizar muestreos en una veintena de árboles por parcela de muestreo y observar el 10 de los brotes por árbol para ver el porcentaje de ataques, inflorescencias atacadas y frutos con puestas.

Como medidas de prevención se recomienda el establecimiento de zonas de compensación ecológica, como cubiertas vegetales, setos, etc., que permitan el incremento de enemigos naturales.

Respecto a las medidas alternativas al control químico están los medios biológicos y en este caso se recomienda la liberación de las larvas como forma de reforzar las poblaciones naturales. Como medios químicos, se podrán utilizar los productos fitosanitarios autorizados por el Ministerio de Agricultura.