Olimerca.- La Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en su sede Antonio Machado de Baeza, ha organizado un curso de verano sobre Olivar y Cambio Climático, que tendrá lugar del 21 al 24 de agosto y cuyo plazo de inscripción está ya abierto

Desde la organización explican que “el olivar es un fijador natural de CO2, lo que hace de su cultivo una importante arma para luchar contra el cambio climático. Se estima que, en una campaña de aceite como la actual, y siempre que se realice un manejo adecuado del cultivo, los olivos que hay plantados actualmente en el mundo podrían fijar 30 millones de toneladas de CO2 y evitar que fuesen a la atmósfera”.

Según datos del COI (Consejo Oleícola Internacional) y la AEMO (Asociación Española de Municipios del Olivo), por cada diez kilos de aceite producido con las prácticas adecuadas se fijan 10 kilos de CO2. Por otra parte, el cambio climático puede tener en un futuro consecuencias negativas en el cultivo, que podrían derivar en una merma de producción.

El curso está dirigido por José Antonio La Cal Herrera, Profesor de la Universidad de Jaén y socio fundador de la empresa Bioliza, y José María Penco Valenzuela, director de Proyectos de AEMO (Asociación Española de Municipios del Olivo).

Tal y como explica La Cal Herrera, “resulta evidente que el cambio climático está generando consecuencias en los cultivos, entre ellos el olivar, y que desde diferentes ángulos (científicos, políticos, empresariales, etc.) se están desarrollando acciones que tiendan mitigarlo y a reducir sus impactos negativos”. Entre ellos, apunta a las nuevas variedades, la incidencia de enfermedades, la estabilidad en la producción, etc.

“Instituciones como el COI donde están tratando de establecer mediante un modelo científico la cantidad de CO2 que puede fijar una hectárea de olivar en función de su tipología y manejo; o el Mapama, incluyendo nuevas medidas en la futura PAC, están trabajando también en estas líneas y se abordarán en el curso”, añade.

En el curso se tratarán todas las cuestiones relacionadas con la valorización de subproductos, sobre todo restos de poda de olivar, especialmente la fracción gruesa o la leña; abordando cuestiones como la producción de biocombustibles sólidos, la generación de energía térmica o el compostaje, entre otros.

En el curso también se hablará de qué puede hacer el agricultor para que su explotación no pierda rentabilidad económica debido a los impactos negativos que puede tener sobre su olivar, “porque lo que nadie discute ya, salvo raras excepciones, es que el cambio climático siempre ha existido y ha tenido una evolución más o menos cíclica y natural, pero lo que realmente preocupa ahora es que estos efectos son más severos, frecuentes y, lo que es peor, provocados por la acción antrópica”, concluye.

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