Olimerca.- Con una tasa de crecimiento anual del 18% y un total de 3.727 millones de euros, el aceite de oliva se ha convertido en el producto español más exportado a lo largo de 2017. Así se desprende de un informe de la Fundación Lafer a partir de información ofrecida por DataComex de la Secretaría de Estado de Comercio, Ministerio de Economía, Industria y Competitividad, que fue presentado en una jornada celebrada ayer, 13 de febrero, en el campus de ESADE Madrid.

En general, las exportaciones agroalimentarias han tenido un crecimiento superior al 7% en 2017 hasta alcanzar los 47.236 millones de euros, y la balanza comercial arroja un saldo positivo de 11.368 millones de euros, al contabilizarse unas importaciones por valor de 35.868 millones de euros. Ante estos datos, el responsable del programa conjunto de Fundación Lafer y ESADE ‘Estrategia de internacionalización en el sector agroalimentario’, Jaime Palafox, no dudaba en afirmar que “el sector agroalimentario español sigue tirando fuertemente de las exportaciones de la economía española. Si continúa su tendencia actual, en 2021 España podría convertirse en el tercer país exportador de la Unión Europea (UE) en el sector, por encima de Francia”

Sin embargo, a pesar de las buenas cifras globales de la exportación, Jaime Palafox ha advertido que “los precios medios de los alimentos españoles son muy inferiores a los de nuestros competidores” y, en este sentido, “existe un importante margen de mejora”, ha añadido.

Esta jornada ha contado, entre otras con la intervención de Rosa Vañó, socia-fundadora de Canena Olive Juice, quien ha señalado la importancia de generar valor diferencial en los productos, pues éste crea preferencia de compra sostenida en el tiempo”. Según sus palabras, la mejor forma de hacerlo es a través del endorsement (promoción), es decir, “que sean otros quienes hablen de las bondades de nuestros productos, a través de premios, certificaciones, rankings, o asociaciones con chefs de renombre”, ha asegurado. “Existe un gran valor aspiracional en la gastronomía española dentro el panorama actual de la cocina internacional”, ha subrayado Vañó, por lo que “nos interesa aprovechar la universalidad de los valores asociados a nuestro producto, y no restringirnos únicamente al ámbito español”.

En este sentido, Gonzalo Machado, director internacional de Delaviuda Confectionery Group, ha destacado que “el consumidor exterior no está acostumbrado a nuestros productos, por ello es indispensable invertir en iniciativas de marketing que contribuyan al mejor posicionamiento de nuestros productos, testear y pensar en un mayor valor añadido a largo plazo”.

A su vez, René Lemée, director internacional de Cinco Jotas-Grupo Osborne, se ha referido a los retos de la digitalización en el comercio exterior, pues muchas veces conlleva “interferencias y mensajes equivocados que debemos controlar”. Para hacer frente a ello, “hacemos énfasis en la distribución propia, a través de nuestras tiendas físicas y asociaciones con algunos distribuidores muy selectos (Galerías Lafayette, Harrods o Palacio del Hierro), con productos de lujo, que sirven como puntos de referencia en el mercado”, ha indicado. “La tienda física convive con la tienda on-line. En cada país debemos tener un enfoque distinto en cuanto al comercio digital. Por ejemplo, en China, el 50% de nuestras ventas son a través de e-commerce y las redes sociales”, ha concluido.