Olimerca.- Analizar el comportamiento del consumidor cuando compra aceite tiene su miga. Y para entenderlo existe un factor clave relacionado con el bolsillo: la cartera. Y es que el precio mueve el aceite y marca su tendencia, o lo que es lo mismo, dime cuánto cuesta y te diré cuál se compra.


Según el último informe de AC Nielsen, este comportamiento lo hemos visto también en 2016, con un precio del aceite que, si bien se estabilizó, aún sigue en todo lo alto, ya que el litro de oliva ha costado de media 3,75 euros, cuando un año antes se movía en los 3,46 euros. Por eso no es de extrañar que el tipo de aceite que mejor se comportó el año pasado fuera la versión más económica que puede encontrarse en el lineal: la marca del distribuidor de aceite de semillas (girasol principalmente), que creció un 6%. Y, por el contrario, la marca de fabricante de oliva, la más alta en precios, cayó un 6%.


Esta es la constatación de que el consumidor no duda en cambiar un tipo y marca de aceite por otro en función del precio, para maximizar así su presupuesto de compra. Y, además, no se trata de impulsos del consumidor, sino de un hábito totalmente incorporado a su actitud frente al lineal.


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